lunes, 29 de diciembre de 2008

Resulta que ahora ya tengo internet, aunque sea lento. Resulta que sí tengo cosas que decir, que la vida me provoca reflexiones continuadas sobre las que me gustaría compartir algo. Por ejemplo, el bombardeo de Gaza, el asesinato masivo, la sinrazón, el cinismo extremo... He sentido una enorme vergüenza al escuchar al ministro español de exteriores. No digo nada si pienso en otras declaraciones de los representantes del poder en el mundo rico. Entran unas ganas enormes de pedir perdón, aunque uno en principio no tenga mucho que ver o nada que ver, aunque se limite a ser, a veces, un cómplice más bien pasivo del sistema que produce todo esto. Pero luego, se leen artículos en kaosenlared, en rebelión... se oyen los gritos de los manifestantes en muchos sitios... y, para colmo, te enteras de las manifestaciones de israelíes, en el propio Israel, contra la acción de su gobierno... y se siente un cierto orgullo, una sensación de pertenencia a un enorme y plural colectivo al que aún no han podido domeñar del todo, al que aún no han podido confundir... ni lo podrán nunca.