jueves, 11 de noviembre de 2010

¡Esto ya está en marcha!

Con frecuencia he comentado que el futuro ya existe en el presente, que los gérmenes de lo que va a desarrollarse y a adquirir dimensiones mayoritarias o, incluso, hegemónicas ya existen. Creo que no somos suficientemente conscientes de ello. Creo que el artículo que copio a continuación es una buena muestra. El futuro va a estar constituido por todo esto... sólo hay que apostar, cada vez más gente y con más seriedad, por ello.

A pesar del torrente mediático, cada vez hay más oportunidades para avanzar en el consumo consciente y transformador


En los últimos tiempos hemos podido observar cómo algunos gurús globales aconsejaban ajustes draconianos mientras otros promovían el aumento del consumo para solucionar la crisis. Día a día somos bombardeados por toneladas de publicidad que busca convertir determinados productos en los más deseados por nosotros, bien en el papel de consumidores, espectadores o votantes. En medio de todo este popurrí es común encontrarse con bastantes dudas, pocas certezas y probablemente alguna sugerencia respecto a cómo vivir de una manera más coherente con nosotros mismos y nuestro entorno.

La idea que subyace tras el concepto de consumo consciente y transformador es sencilla: no es posible transformar el mundo sólo mediante cambios en nuestro consumo, pero tampoco se puede transformar sin modificar nuestros hábitos personales.

Un mar de alternativas

Existen opciones menos agresivas con nosotros y con nuestro entorno: desde la eliminación de ciertos productos o hábitos a modificaciones de nuestras pautas de consumo, como dejar el coche y coger la bici, poner nuestro dinero en un banco ético, intercambiar objetos y tareas sin que medie el dinero, escuchar música en Jamendo, demandar un parto no medicalizado o dejar el hipermercado y sumarse a un grupo de consumo, en el que, además de conocer a gente con inquietudes afines, encontraremos un sinfín de nuevas alternativas y personas que ya las están poniendo en práctica.

Todo es cosa de comenzar a moverse, ya que, como afirma Álvaro Porro, investigador del Centre de Recerca i Informació en Consum que edita la revista Opcions, “nuestro mensaje es de experimentación en positivo, supone replantearte los elementos de tu vida que no te interesan o que quieres cuestionarte, pero para vivir mejor”. Para Ecologistas en Acción, “conseguir un consumo crítico y responsable es más fácil de lo que parece, ya que las formas de actuar responsablemente en el consumo son múltiples y variadas”. Y hay alternativas para todos los gustos, para que nadie piense que esto no va con ellos. Por ejemplo, en la revista Opcions proporcionan alternativas de cosas tan dispares como colchones, sartenes, libros, protectores solares o turismo, demostrando que si quieres algo distinto, casi siempre puedes encontrarlo.

Pero para lograr ese “otro mundo posible” no podemos hablar sólo de consumo, ya que, como argumentan desde Ecologistas en Acción, hay que “plantear reformas y transformaciones estructurales y favorecer las vías que mejoren nuestra capacidad de voz, de debate y acción colectiva, de modo que el consumo crítico posibilite el establecimiento claro de relaciones entre estructuras y comportamientos, el recordarnos la necesidad de cohesionar nuestra actuación cotidiana y nuestros valores”. Cada vez hay más personas que transitan los alegres caminos del consumo consciente, en la página contigua encontrarás un recorrido por algunas de sus alternativas. ¿Nos damos un paseo?

“LA ALEGRÍA ENTRE TUS PIERNAS”

“Nosotros también somos tráfico”. Con este lema, varios centenares de personas se congregan el último jueves de cada mes en Madrid para dar un paseo festivo en bicicleta con objeto de reivindicar el uso de este medio de transporte barato, saludable y no contaminante. Iniciativas como ésta, que con el nombre de Masa Crítica se organiza regularmente en una treintena de ciudades del Estado y tiene una dimensión internacional (criticalmass. wikia.com), están logrando que cada vez más personas se animen a usar la bici en sus desplazamientos cotidianos dentro y fuera de las urbes.

Este hecho, unido a la presión que ejercen asociaciones de ciclistas, como las de la coordinadora Conbici, junto a grupos vecinales, ecologistas y de peatones (catalunyacamina.org), está moviendo a muchos gobernantes a habilitar espacios seguros para los viandantes y ciclistas en unas ciudades que, en su mayoría, han sido diseñadas en beneficio del vehículo que, paradójicamente, genera los mayores problemas de movilidad: el coche.
DE LA HUERTA A LA MESA

Si hay un sector que en los últimos años ha experimentado un desarrollo exponencial, ése es el de la producción y consumo ecológicos. En nuestros barrios y pueblos proliferan los grupos de consumidores que, más allá de proveerse de alimentos naturales, libres de productos químicos, promueven en su relación directa y sin intermediarios con las cooperativas de productores un modelo basado en ciclos cortos frente al sistema extensivo de la agroindustria.

Este crecimiento ha dado lugar a redes e iniciativas como la cooperativa unitaria de producción y consumo Bajo el Asfalto está la Huerta (bah.ourproject.org). El movimiento Slowfood, los cultivos en terrazas, los huertos comunitarios y las huertas urbanas, ponen el acento en la transmisión de saberes de nuestros mayores y en la conservación de las especies autóctonas.
BANCA ÉTICA, ECONOMÍA SOCIAL

No dejes que especulen con tu dinero o que lo inviertan en actividades armamentísticas, petrolíferas o inmobiliarias. Porque toda decisión económica es, en último término, una decisión ética, apuesta por las finanzas y la banca responsables, con la transparencia, participación, solidaridad y coherencia como principios motore. El portal de economía solidaria de la plataforma estatal de la Red de Economía Alternativa y Solidaria, aglutina mucha de la información sobre este ámbito.

Algunos datos básicos: la Banca Fiare persigue crear una banca ética en el Estado español y Triodos Bank, banca ética europea, ya tiene delegaciones en siete comunidades españolas.

Un lugar donde depositar tus ahorros: Coop57, una cooperativa de servicios que destina sus recursos a dar préstamos a proyectos de economía social.

DAR Y RECIBIR SIN DINERO
Frente a la tiranía del mercado surgen proyectos que prescinden del dinero como elemento de cambio de bienes y servicios, colocando en el centro la cooperación, el reciclaje y el bien colectivo.

Hablamos de propuestas como los espacios de trueque (en Baleares cortrueque.org), donde las personas intercambian objetos y tareas, o de los bancos de tiempo, donde lo que se truecan son ‘horas’ de actividad, de tal forma que cada ‘hora’ vale lo mismo independientemente de la labor, “pues todas las habilidades tienen el mismo valor”, en palabras del Banco del Tiempo Málaga. Otras modalidades son los espacios virtuales de intercambio de saberes, información y recursos (como la lista Instinto Precario) o las llamadas tiendas gratis que albergan algunos centros sociales (tiendasincoste.blogspot.com), en las que se dejan y cogen objetos sin necesidad de intercambiarlos.

ARTE, CULTURA Y CIENCIA LIBRES

Usar, modificar y redistribuir el propio trabajo, bien sea una canción, una investigación científica o un libro. Es la ética copyleft, frente al restrictivo copyright, con licencias como las de Creative Commons (CC) con distintos grados de protección y libertad (se puede permitir o no el uso comercial, por ejemplo).A la vanguardia de esta filosofía, la comunidad de software libre, basada en el trabajo colaborativo mundial, ha logrado que millones de personas puedan usar hoy un software no propietario. Lo último, después de que Open Office fuera comprado por Oracle, es Libre Office. La más exitosa obra de consulta en la web, Wikipedia, con 16 millones de artículos y ediciones en 271 idiomas, constituiría otro caso paradigmático del desarrollo cooperativo. Tres botones de muestra de los múltiples proyectos de arte, cultura y ciencia libre: jamendo.com (música), archive.org (audio, vídeo, textos) o sciencecommons.org (herramientas copyleft para el ámbito científico).

DECIDE SOBRE TU SALUD
Contra una medicina paternalista y dependiente de la industria farmacéutica surge el movimiento por la autogestión de la salud. Esta propuesta, que se enfrenta también a la emergencia confusa de múltiples terapias llamadas ‘alternativas’, acientíficas o esotéricas, tiene que ver con la capacidad para informarnos, tomar decisiones y cuidarnos con recursos propios, con el objetivo de reducir nuestra dependencia de fármacos y profesionales cuando no sea necesario.

La asociación ciudadana Sumendi por la autogestión de la salud y el cambio social plantea que, junto a la investigación biomédica sobre las causas y la mejora de los tratamientos de las enfermedades, se debe fortalecer una medicina preventiva y la participación activa de los pacientes en su curación.

La demanda creciente en los últimos años de un parto no medicalizado ilustra bien esta filosofía (elpartoesnuestro.es, redcirculardedoulas.org).