sábado, 5 de junio de 2010

¿Por qué cambiar el nombre?

1.- Estoy leyendo por fin "Q". Thomas Muntzer fue siempre uno de mis personajes favoritos. Si hubiera sabido que "Q" recreaba su historia la hubiera buscado. Ahora me he tropezado con Wu Ming por segunda vez y ese tropiezo me ha llevado a "Q". Muntzer en alemán significa, creo, "acuñador".

2.- Acuñar: "Meter cuñas". Me gustaría ser capaz (que fuéramos capaces) de meter cuñas entre nuestro proyecto de vida y de ser y este sistema predador, insostenible, reaccionario, bloqueador, inmoral... para irnos separando de él. Me gustaría que fuéramos capaces (ser capaz) de ir metiendo cuñas en los intersticios del sistema para romperlo, hacerlo saltar, descomponerlo, desestructurarlo, dificultar o impedir su reproducción continua.

3.- Acuñar: "Ajustar unas cosas con otras, encajarlas entre sí". Creo que necesitamos ser capaces de encajar todo lo que se está creando y recreando en el campo de lo alternativo al sistema. Cada vez hay más... o yo lo percibo así. Pero sigue habiendo un terrible exceso de sectarismo. Y creo que necesitamos, además, encajar la creación y la resistencia.

4.- Acuñar: "Dar forma a expresiones o conceptos, especialmente cuando logran difusión o permanencia". Tal vez sea uno de los caminos para ajustar y encajar, para debilitar y suprimir las actitudes sectarias: nuevos conceptos radicales integradores, herramientas de construcción más comprensivas, más dúctiles... superadores de antiguas polémicas, capaces de situar a las ideas en su lugar auxiliar y a las conductas y actitudes arraigadas en opciones éticas en el suyo principal. Sin pretensiones. Sin culpas. Con seriedad.

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