miércoles, 9 de diciembre de 2009

Una segunda revolución para Venezuela

Seguramente lo habréis leido, pero es que me ha gustado mucho esta entrevista. En la medida en que uno puede hacerse una idea desde lejos de lo que pasa en Venezuela a mí me parece que este análisis es acertado. Sigo pensando lo mismo que hace un año o así: convertir una revolución desde arriba en una revolución desde abajo es tremendamente difícil, pero no es totalmente imposible. Hay tantas y tan continuas trampas que parece imposible no caer en alguna de ellas y, por desgracia, caer en una da la impresión de que supone una deriva incontenible hacia nuevas burocracias, nuevos poderes sobre, nuevas elites... La primera condición imprescindible es, posiblemente, ser consciente de esta dificultad, no minimizar los riesgos de involución, de tergiversación, de que una cosa se convierta en su contraria, un intento de liberación integral en una nueva y más insidiosa subordinación. Hay otra cosa en la que he pensado hace poco: tal vez la mejor estrategia sea no tanto dedicarse a combatir el "poder sobre" de una persona o de una minoría, sino a fomentar el "poder para" de la mayoría. Es lo mismo, pero no es igual. Darle la vuelta, planteárselo en positivo, generar una dinámica de empoderamiento que se convierta en imparable, en incontenible... Bueno, esta es la entrevista con Roland Denis. Al final no sé si es más esperanzadora que preocupane o viceversa.

"Roland Denis es escritor y militante político venezolano. Su trayectoria ha estado siempre vinculada a los movimientos de base. Es autor de varios libros sobre la historia de las rebeliones sociales en su país (el último se titula Los fabricantes de rebelión; movimientos populares, chavismo y sociedad en los años 90). Entre 2002 y 2003 fue viceministro de Planificación y Desarrollo del gobierno Chávez.

Lo que ocurre en Venezuela no se puede entender si, más allá de la figura de Hugo Chávez, no se ve ni se valora el papel jugado por un movimiento de base sumamente rico y complejo, siempre en una relación problemática con el Estado. ¿Cuál es el punto actual en esa tensión entre las instituciones estatales y las nuevas instituciones de lo común?

¿Dónde arraiga el proceso político que se vive en Venezuela?

En los años 80 aparece un principio muy importante que es el principio del poder popular. No se hablaba de eso en los años 60, entonces se hablaba de luchas de liberación nacional. El modelo capitalista se cuestionaba desde fuera, simplemente visto como un esquema de explotación de los pueblos, donde nosotros como país, como nación, en una relación totalmente desigual y opresiva, salíamos perdiendo totalmente dentro de este orden internacional. Pero cuando aparece el principio del poder popular a finales de los años 80 se empieza a cuestionar desde dentro todo lo que es el modelo capitalista en sí mismo: desde el punto de vista de la mujer, de la salud, de la educación, de las relaciones de producción, de la división del trabajo, etc. Ahí comienza también un cuestionamiento del Estado como tal, ya no simplemente como Estado capitalista al que hay que oponer un Estado proletario, o como un Estado que supuestamente sería reflejo de los intereses de una clase social, sino del Estado mismo como máquina de poder, como división entre quien manda y quien obedece. Hay que entender que toda la programática de la revolución bolivariana es una programática profundamente libertaria, de ahí que aquí se hable abiertamente de la necesidad del desarrollo de otro poder completamente distinto, que tenga como base la capacidad de autogestión y autogobierno del pueblo como tal.

¿Y cómo se concreta esto?

En un proceso de organización desde abajo inédito en el mundo, que construye las bases para una economía alternativa y de cooperativas. Lo que llamamos una “democracia participativa y protagónica” basada en consejos comunales, Misiones, asambleas constituyentes, etc. Estamos hablando de la politización de una franja de la sociedad inmensa y esa politización exige de la existencia de órdenes de realidad, órdenes de poder, órdenes republicanos, completamente contrarios a lo que es el orden de Estado, a lo que son las relaciones políticas de dominio, a lo que son las relaciones de producción como tal, etc. Es una línea de acción que sigue estando ahí, incluso en la palabra del presidente, pero ahora queda cada vez más contrarrestada por la acción de una máquina burocrática, oligárquica y económica que la niega permanentemente.

¿Cómo?

Un ejemplo ilustrativo son las Misiones sociales. Las Misiones fueron concebidas en los años 2002-2003 como el nacimiento de un nuevo orden de Estado, de un nuevo poder completamente ajeno a la lógica burocrática. La militancia social se incorporó masivamente a este proceso. Pero la enorme capacidad rentaria del Estado en estos últimos años le ha dado mucho poder para cooptar trabajo militante. Las Misiones han perdido la visión de autonomía y de ruptura con la burocracia, se han institucionalizado. En general, una burocracia política ha capturado el lenguaje, la programática, la imaginería de esperanza que se desarrolló en los años 80 y 90 en este país.

¿Cómo se explica esa burocratización del impulso libertario?

Es difícil entender cómo un movimiento que hasta el año 2004 (cuando el Referéndum presidencial) tiene un comportamiento de dignidad auténtica y de profunda autonomía, se subordina a partir de entonces a las decisiones del Estado. ¿Cómo es posible que un movimiento popular haya puesto su deseo en el deseo del Otro? Lo planteo en los términos del psicoanálisis porque las claves políticas tradicionales no bastan para entenderlo: ¿cómo es posible que el movimiento popular apoye a candidatos a la gobernación o a la alcaldía que se sabe que son ladrones y traidores sólo porque el deseo de una cierta cúpula política le pide que ése sea su deseo? Es el esquema básico de la histeria.

¿Qué papel tiene la figura de Hugo Chávez ahí?

Decíamos lo curioso que es que una revolución que maneja códigos profundamente libertarios, socializantes y igualitarios tenga luego una tendencia hacia la burocratización. La figura de Hugo Chávez juega un papel contradictorio. Por un lado, es el liberador de un conjunto de señales de emancipación y cohesión hacia la gente. Por otro lado, es la figura que ha impedido, a través de su inmensa capacidad de liderazgo, que esa rebelión no llegue hasta el punto de romper el Estado tradicional venezolano, el Estado gomecista, el Estado que creó Juan Vicente Gómez, un Estado incuestionable. Con eso no quiero decir que entonces hay que agarrar y acabar con Hugo Chávez. Hugo Chávez es un símbolo. Si puede servir que sirva. Ahora, el problema es cómo ese símbolo lo aprovecha luego el aparato burocrático para estancar y paralizar totalmente las luchas reales de liberación.

¿Por ejemplo?

Si aquí manda el pueblo y Chávez es el pueblo, pues aquí manda Chávez. Por ejemplo se toma una fábrica y los obreros reclaman control obrero. Inmediatamente viene la gobernación a decirles: “señores, esto es un Estado socialista, el Estado revolucionario toma el mando de esta empresa, ustedes vuelven a sus tareas de obreros. Los sueldos los ponemos nosotros y los mandos los ponemos nosotros”. Eso es una acción contrarrevolucionaria por excelencia que todos los días se está dando en Venezuela. Esas circunstancias van debilitando propiamente lo que es en definitiva el alma de toda revolución que es la liberación espiritual de un pueblo de sus nudos de opresión antiquísimos.

¿Y qué papel juega en esa burocratización la confrontación con la derecha?

No hay una derecha al margen del Estado. La derecha es la expresión política de las clases y de los intereses dominantes dentro de una sociedad. Cuando afirmo que los intereses dominantes de la explotación y la opresión de los pueblos están presente dentro del gobierno hablo de una derecha endógena. Entonces, identificarla ¿es darle armas al enemigo? ¿Hay un enemigo y hay otro enemigo? Ahora se da aquí un fenómeno recurrente en las revoluciones. De pronto alguien dice: “cállate, no cuestiones, no critiques, porque si hablas le estás dando armas al enemigo”. En otras palabras, la revolución tiene que hacerse sobre la base del silencio y la quietud. Es una ley bastante curiosa ésa que dice que las cosas se van a transformar sobre la quietud de los elementos. Físicamente es imposible, porque para que las cosas se transformen tiene que haber un choque que permita reordenar el conjunto de los elementos de un todo. Pero aquí el mensaje es: “mientras te quedes absolutamente quieto y sólo juegues el papel de sujeto que obedece a unos mando perfectamente identificados, en esa medida se va a poder transformar la realidad”. Ese esquema absurdo lo construyen en Venezuela precisamente las burocracias, la derecha endógena. El 90% de los movimientos populares lo rechazan, pero no tienen una respuesta política al respecto.

¿Dónde depositas ahora tus esperanzas?

En el hecho de que las luchas sociales siguen vivas, así como la capacidad para imaginar que podemos vivir en una sociedad de libres e iguales. Todo eso está consolidado dentro de una franja muy importante de la población, yo diría que no menos del 20%. Esa esperanza produce tensiones de transformación en todos los aspectos de la sociedad. Empieza a emerger un movimiento de base de sindicatos, consejos de trabajadores y cooperativas que están rompiendo totalmente con las prácticas sindicales clásicas y las tentativas de centralización del movimiento obrero. Por otro lado, hay también un movimiento campesino y comunitario que empieza a presionar por todos lados cultural y políticamente. Yo creo que de alguna manera la memoria que ha quedado de estos 20 años de rebelión permanente nos va a dar el piso suficiente como para que se pueda romper definitivamente con todas estas costras que se han instalado dentro del poder de Estado, con esa cultura militarizada y burocratizada del poder.

Liberarse ahora, es decir, producir esa segunda rebelión antiburocrática, antijerárquica, igualitaria, autogobernante y autogestionaria, no va a ser fácil. Evidentemente no va a ser fácil por la propia composición orgánica de lo que es nuestra sociedad, es decir, una sociedad clientelar que necesita permanentemente del Estado, una población poco ligada a sistemas de producción eficiente, a un capital productivo importante (incluso en una sociedad capitalista productiva), una sociedad más bien de consumo, una sociedad de rebusque, una sociedad que no se pregunta a sí misma cómo producir nada, sino simplemente cómo se busca el dinero para consumir lo que se quiere consumir. Entonces, culturalmente, en ese sentido hay una brecha que tenemos que atravesar, pero en todo caso ahí está la historia: la distancia entre lo que son las determinaciones estructurales (culturales, etc.) de una sociedad y lo que son esos eventos mágicos que reinterpretan y hacen saltar la historia hacia otros niveles. En el caso particular de Venezuela se han dado cosas increíbles en ese sentido, que una sociedad tan descuartizada como la nuestra, tan empobrecida desde todo punto de vista, no sólo material, haya llegado hasta donde ha llegado parece inexplicable. Porque, ¿desde dónde se hace, cuál es el sujeto o la base material cultural que te garantiza eso? Bueno, sucedió porque sucedió y ahí estamos. Yo sigo apostando a esa magia de la historia que nos va a permitir en este momento sacarnos esta costra que ahora todo lo invade quitándole el oxígeno a lo que son los propósitos de liberación.

Han de desarrollarse movimientos. No es un problema de nadie en particular, ni nadie tiene la respuesta iluminada sobre eso. Sencillamente van a aparecer y en el momento en que aparezca el movimiento va a ser extraordinario porque va a sumar rapidísimo, va a multiplicar colectivo de una manera tan gigantesca como se dio precisamente en los años 80 y los años 90, donde pequeños fenómenos por su capacidad de condensación de lo que es la rabia colectiva tenían una capacidad de concentración de fuerza muy fuerte. Eso en cualquier momento va a suceder en Venezuela. ¿Cuándo se dará esa liberación espiritual? ¿La habrá? ¿No la habrá? Bueno, mi trabajo diario quiere contribuir a provocar las condiciones, al menos de debate, de organización, de movilidad, para que pueda darse. Esa es mi tarea y es la tarea de muchísimos que estamos todavía comprometidos históricamente con esta lucha.

El proceso de cooptación jamás ha sido un proceso total, esto es, uno no se convierte nunca en un sujeto absolutamente pasivo que simplemente recibe órdenes de un mando superior. Siempre quedan resquicios dentro de esa realidad desde los cuales se puede ir desarrollando una experiencia de autonomía, de autogestión, de autogobierno. Ese es el caso de muchos consejos comunales y, en general, de muchísimas expresiones de lo que es el movimiento popular organizado en este momento. Ahí hay una experiencia latente, que está en la piel de la gente y que en este momento es valiosísima. Una experiencia que no teníamos en absoluto hace diez años, así que no podemos decir que se haya perdido el tiempo en absoluto. La historia no se ha acabado definitivamente."

Roland Denis es un activista y escritor político independiente venezolano, de tendencia socialista libertaria

Fuente: SinPermiso

jueves, 5 de noviembre de 2009

Hacia el modelo italiano

Éstas son unas reflexiones de Albert Recio en "Mientras tanto". He seleccionado una de las partes que me parece de particular interés. La cuestión es si el destape de la corrupción generalizada (o muy extendida, para ser más precisos) es el comienzo de una regeneración de la política española o, por el contrario, el principio de la berlusconización de la misma.

Parece, no sé si me equivoco, que está escrito en clave electoral... más en qué podemos hacer ahora mismo con la política realmente existente que en cómo construir otra cosa radicalmente diferente. Pero, a pesar de posibles desacuerdos, me parece que contiene muchas cosas valiosas y que puede ser, además, interesante reflexionar sobre él y... criticarlo desde lo que se comparte.

(Perdonad que no esté muy escribidor y mis últimas entradas son más bien inclusión de artículos interesantes... pero así están las cosas... Y, de todas formas, tampoco creo que esto lo lea mucha gente).

Este es el texto:

"Estamos ante una situación realmente peligrosa. E Italia vuelve a ser un espejo en el que mirarse y reflexionar. Allí la crisis de Tangentópolis lejos de traducirse en una regeneración de la política abrió el paso al berlusconismo y la crisis de la izquierda. En una sociedad con tanta incultura política como la española, con un tan claro predominio de medios de propaganda más que de comunicación, con una malla tan debilitada de instituciones intermedias, el fantasma del populismo está a la vuelta de la esquina. No hace falta que alcance una elevada movilización, le puede bastar para imponerse el complemento de la apatía política de muchas personas desencantadas. Y detrás del populismo está la combinación de demagogia, autoritarismo y corrupción que puede convertirse en endémica.
Es hora de levantar un movimiento social que genere otro discurso y otra política.  Difícilmente procederá de los partidos, la mayoría inmersos en su propio autismo y sus inercias. Incluso el conglomerado Izquierda Unida-Iniciativa Verds, el único que no ha sucumbido a la atracción fatal del mercado corrupto, está demasiado inmerso en sus propias dinámicas (la defensa de las esencias y el burocratismo de unos, o la pelea fratricida y un cálculo político a menudo más pendiente de alianzas institucionales que de otra cosa) como para pensar que esté en condiciones de liderar una propuesta de cambio. Hay que partir del supuesto de que dependemos de nuestras propias fuerzas, las de todas aquellas personas que aspiramos a que la acción política sea fundamentalmente defensa de los intereses públicos, las de quienes consideramos que el enriquecimiento no es la razón fundamental de nuestra vida social, las de los que aspiramos a una democracia realmente participativa, deliberativa e inclusiva, las de quienes exigimos que se controlen los desmanes que unos pocos realizan a costa de la mayoría.
Es hora de que esta legión de activistas y personas de buena fe hagan oír su voz, generen una presión sobre quienes aspiran a ser representantes y exijan cambios, pues la movilización social también influye en los comportamientos individuales (por eso el individualismo anómico es tan funcional al neoliberalismo) y la creación de actitudes morales no es ajena a la forma en que somos vistos, criticados, valorados por nuestro entorno. Las transformaciones suelen surgir cuando la realidad social las hace inevitables.
Hay que ser capaces de superar sectarismos y buscar un espacio común que permita cuanto menos introducir algunos elementos de regeneración social. Y mi modesta sugerencia es que éstos no sólo tienen que pasar por exigencias de moralidad pública (insoslayables), de reformas en la esfera política (trasparencia, limitaciones al gasto electoral, financiación de partidos....), sino también por cambios en la esfera económica. Tanto en el funcionamiento del sector público como en la orientación de la actividad productiva. Porque mi hipótesis de partida es que el mismo modelo que nos ha conducido a la crisis y la incertidumbre actuales está en la base de la epidemia de corrupción que se hará endémica… si seguimos prefiriendo ser críticos de sillón antes que modestos activistas por el cambio social."

domingo, 25 de octubre de 2009

Hoy ha sido un gran día

Hoy, domingo, 25 de octubre de 2009, ha sido, para mí, un gran día: se ha realizado en Alburquerque el primer mercado de trueque, supongo, de su historia. La acogida de la gente pequeña y mayor ha sido sorprendente. Desde el primer momento entraron en materia, apenas estuvieron rondando unos minutos... y la voz se debe haber corrido lo suficiente como para esperar el próximo 22 de noviembre una asistencia y participación masivas. Ese día voy con mi bolsón cargado de cosas que no uso y que quiero trocar, seguro... y aunque no me lleve nada, comparto. Besos a quienes han hecho posible esta iniciativa, especialmente a Noelia... y a Migue. Gracias. Me he encontrado esto, que me ha parecido interesante... aunque, a ratos, complicado, y os lo quiero regalar a lxs dos. Es del colectivo que editó lo de la Universidad Trashumante.

Por el Colectivo Situaciones

Este breve escrito sobre las redes de trueque en Argentina agrupa un conjunto de hipótesis –más que provisorias- de una investigación aún inconclusa: se trata sólo de borradores de trabajo que aquí presentamos como un anexo a pedido de la editorial Virus. Más allá de la improvisación que estos apuntes implican, es necesario remarcar la complejidad y la extensión del fenómeno del trueque, que se despliega en todo el país y ocupa a siete millones de personas. Por lo tanto, no se trata de una experiencia marginal, sino de la forma específica en que millones de personas resuelven buena parte de su existencia. A la vez, no es sólo una modalidad de supervivencia, sino más bien otro modo de vida que intenta constituirse más allá de la omnipresencia del mercado y del Estado. Actualmente la experiencia del trueque atraviesa una profunda crisis como consecuencia del crecimiento inédito que experimentó tras la debacle económica de diciembre. Intentamos esbozar aquí algunos de esos problemas.

1

El primer club de trueque nació el primero de mayo de 1995, en Bernal, al sur de la provincia de Buenos Aires. Sus fundadores pertenecían a un grupo ecologista llamado Programa de Autosuficiencia Regional, que trabajaban desde fines de la década del ochenta en emprendimientos productivos autosustentables. La experiencia tiene su mito fundador: cuentan que todo comenzó con la abundante cosecha de zapallos que se produjo tras plantar algunas semillas en una pequeña terraza. Su dueño –uno de los tres fundadores- empezó a repartir zapallos entre los vecinos y éstos, a su vez, a darle productos a cambio.

En 1996 ya existían 17 clubes, que pasaron a ser 40 en 1997, 83 en 1998, 200 en 1999, y en el 2000 crecieron a 400. Además, se incorporaron dos redes que ya existían pero pasaron a reorganizarse alrededor del trueque: por un lado, la experiencia empresaria de la Red de Profesionales, que ayudó a potenciar iniciativas, y por otra parte la Red de Intercambio de Saberes y Cibernética Social que hizo importantes aportes metodológicos, incorporando los intercambios de saberes como una nueva modalidad y poniendo énfasis en la capacitación permanente como condición para el crecimiento de la red.

En un principio, el intercambio de productos era realizado a través de la inscripción en planillas de lo producido y lo consumido por cada prosumidor (término que sintetiza la característica fundante de quienes trocan: son productores y consumidores a la vez), las que luego eran volcadas a una base de datos informatizada con la cual se regulaba el intercambio. Con el crecimiento de la experiencia este método fue insuficiente, no sólo porque volvía casi imposible el trabajo y la manipulación de semejante complejidad de flujos de intercambio, también porque se tendía a centralizar el comando de la información en el club de Bernal, donde desde el principio se hacía la contabilidad.

Lo que originalmente fue el surgimiento de clubes locales se constituyó luego como una red (Red Global del Trueque) articulada de numerosos nodos (clubes de trueque), fundamentalmente a partir de la invención de una moneda social (crédito) que permitió la conexión entre los distintos nodos. Sin embargo, hoy también persiste el trueque simple o directo: se intercambian clases de inglés por ropa o dulces caseros por el diseño de etiquetas para esos mismos frascos.

El 2001 fue el año de la explosión: los nodos se multiplicaron hasta llegar a los 1800, y entre diciembre de 2001 y marzo del 2002 llegan a constituirse 5.000. La red se extiende a todo el país. Se calcula que tres millones de argentinos viven de los intercambios que realizan en el trueque y otros tantos millones participan de él ocasionalmente.

La crisis económica fue el desencadenante de tal “engorde”: a partir de la imposición del “corralito” financiero en diciembre junto a la creciente recesión y los aumentos de precios de los alimentos empezaron a sumarse 5.000 personas por día a la red.

2.

Partimos de una hipótesis que sintetiza el por qué de nuestra investigación en las redes del trueque (habría que tener en cuenta la existencia de otros procesos paralelos -y diferentes- aunque emparentados a través de elementos, como son las compras comunitarias que realizan algunas asambleas barriales, las diversas experiencias productivas desarrolladas por determinados movimientos de trabajadores desocupados y la ocupación de fábricas por parte de los obreros una vez que sus dueños deciden cerrarlas por improductivas):

El nuevo protagonismo social en sus múltiples formas tiene un desafío: su producción y reproducción social; es decir: la socialización del hacer en sentido material. Desde esta perspectiva, el desarrollo de las de experiencias radicales depende hoy de sus capacidades de construir y vincularse con redes alternativas de producción material. Si el proceso abierto el 19 y 20 de diciembre instituyó una negación radical de las formas de la política existentes, el despliegue de esa negatividad -o, diríamos, su positividad- implica el desarrollo de otras formas de relación social[1], de otras formas de existencia: no subordinadas al capital, más allá de la exclusión capitalista y que intentan no ser recapturadas o reabsorbidas[2]. En síntesis: las formas de sociabilidad alternativa tienen ante sí la prueba de concebir y construir formas de organización que vayan más allá de la discusión colectiva y democrática –aparecida y afirmada en el proceso asambleario- y que impliquen prácticas que comportan una socialización material del hacer.

En este sentido, los clubes de trueque involucran, a través del “intercambio multirrecíproco” –uno de los tantos conceptos que el fenómeno utiliza para pensarse a sí mismo—, prácticas alternativas en las relaciones con el dinero, los objetos y las instancias de producción, circulación, intercambio y consumo. El trueque intenta romper con la dominancia de la distribución normalizada que impone el mercado y apuesta a la creación de sociabilidades solidarias. Por tanto, es una experiencia que implica muchas más dimensiones que las del puro intercambio económico.

Si la noción de prosumidor intenta diluir la diferencia entre “trabajador” (sujeto) y “producto” (objeto) porque los prosumidores aspiran a mantener la experiencia directa y simultánea de ser productores de lo que ofrecen y consumidores de lo que obtienen en dicho intercambio, la recuperación del vínculo entre producción y consumo apunta a establecer un criterio regulador que resista la fuerza de abstracción del equivalente general (dinero). En su lugar, se apuesta a la producción de lazo social, de vínculos directos y cotidianos, a la puesta en común de potencias y capacidades productivas, a la generación de un movimiento de reciprocidad y cooperación que no persigue la acumulación, y que aparece, más bien, como un flujo de dar y recibir no determinado exclusivamente por la ganancia. Es así que en el espacio del club se realizan periódicamente encuentros de intercambio (ferias) y reuniones administrativas, pero también actividades de capacitación, recreativas, asistenciales y productivas.

Lo que surge es una serie de problemas mayores a la hora de pensar una economía paralela: ¿Cuál es la medida que rige el intercambio que funciona en las redes de la economía alternativa? ¿Aparecen en el trueque elementos que resitúan el carácter de mercancía de los productos como sólo uno de las dimensiones del intercambio? ¿Aparece un más allá de la noción de equivalente general, es decir, de un valor trascendente que reglamenta, mide y legitima al resto de los valores?¿Qué elementos de intercambio simbólico constituyen estas prácticas? ¿Es la existencia de lazo social –o, por lo menos la suspensión del individuo posesivo– lo que habilita esa dimensión no estrictamente utilitaria? Y en ese sentido, tomando en cuenta la diferencia hecha en este libro entre sociedad con mercado y sociedad de mercado (Polanyi), en los clubes de trueque ¿deja de existir –aún parcialmente- la esfera económica como autonomizada del resto de la existencia social?

Las posibilidades de compra con los “créditos” (nombre de la moneda del trueque) alcanzan prácticamente todas las áreas de la economía y no, como se supone, sólo los rubros más urgentes. Quien va al trueque encuentra posibilidades de consumo de todo tipo, las mismas que en el mercado formal se vuelven prohibitivas: ropa, artículos de decoración, atención psicológica, peluquería, talleres de música y una variedad que se reformula según los barrios y las especificidades de cada territorio. Es decir, el intercambio multirecíproco dudosamente pueda denominarse simplemente de “supervivencia” o de “subsistencia”. Más bien, instituye –como decíamos- la posibilidad de otro modo de vida.

La particularización –singularización- de la moneda por la base, al decir de Toni Negri, remite –en el caso del trueque- a la incorporación de una dimensión de futuro implicada en el hecho de que en el intercambio se encuentra un bien presente por una promesa de un bien futuro. Por ejemplo: se intercambian empanadas por “dos” cortes de pelo. Uno de los cortes, indefectiblemente, depende de la confianza y la perduración del compromiso. Negri, insiste en que un éxodo material necesita un proyecto de futuro porque lo biopolítico está atado a lo real y, a la vez, al intento de recuperar algunas formas de utopía. Marcel Mauss también habla de la importancia de la noción de tiempo para pautar las contraprestaciones. El don, según Mauss, comprende necesariamente la noción de crédito ya que el intercambio recíproco se realiza con la seguridad de que un don (regalo, visita, etc.) será devuelto (obligación a largo plazo).

El desarrollo de tan vasta red de autogestión social implicó una figura específica y novedosa de la actividad militante: los coordinadores. En su comienzo los coordinadores eran los encargados de fundar un nuevo nodo –reuniendo los elementos disponibles– y atender las funciones regulatorias que de allí surgían. Si se trataba de conectar puntos productivos para salir de la impotencia, es decir, de la soledad, los coordinadores eran los encargados de llevar adelante una lucha feroz contra el aislamiento. Se trata de una figura que articula la capacidad emprendedora, la capacidad gerencial y la capacidad política. Los coordinadores son los encargados de (re)establecer los vínculos entre capacidades productivas y necesidades comunitarias, ya sea con la conformación de un nuevo nodo de la red, o a través de las modalidades que hace poco se han puesto en marcha como la (re)construcción de rutas de producción y comercialización de alimentos y medicinas que conectan a pequeños productores con organizaciones y comunidades sociales, o como alternativa práctica a las redes multinacionales de producción (transgénicos).

Los coordinadores apuestan a la autorregulación de precios. Se trata de un proceso complejo y con mecanismos diferentes. En algunos lugares consiste en la capacidad del propio nodo de conseguir productos de una “canasta básica” a muy bajo precio que limita los precios posibles. Otro ejemplo es que el 50% de lo que cada nodo recauda con los bonos de contribución -fundamentalmente entradas a las ferias- sea devuelto a los socios mediante la compra de insumos que fomenten la producción.

3.

Mucho se habla –y con cierta razón- de que en el trueque se dan fenómenos de corrupción, especulación, de acumulación y de estafas. Pero esas “impurezas” –nada sorprendentes en los fenómenos de cierta escala, sobre todo cuando se alzan sobre el suelo fragmentado de las sociedades neoliberales– no alcanzan a penetrar en las razones de la actual decadencia de las redes más abarcativas del trueque.

Un punto clave para entender la actual crisis de las redes del trueque pasa por lo que en economía suele llamarse la cuestión del “respaldo” de la moneda –en este caso el crédito–: es decir, la relación de correspondencia entre el volumen de lo producido y el circulante monetario. Para decirlo sin rodeos: una de las causas más profundas de la actual encrucijada de las redes de intercambio pasa por la carencia productiva[3] en los nodos.

La masificación de la concurrencia y la emisión de créditos no fue acompañada por el consiguiente aumento productivo –ni en variedad– lo que saturó, secó y descompuso buena parte de la dinámica que se observaba en casi todos los nodos existentes. Se generó una brecha abismal entre necesidades de consumo y capacidad productiva.

En el fondo, el problema no es estrictamente económico –como suele suceder– sino más integral y sencillo: las redes del Club del Trueque trabajan sobre la producción de subjetividad, de lazo social. En el centro de la red está la figura del prosumidor, que –como decíamos más arriba– intenta sintetizar en sí mismo las posiciones que habitualmente el mercado escinde: las de la producción y las del consumo. Y bien, el carácter abierto de la red y la invasión de necesidades de la población que comienza a volcarse masivamente sobre las redes alternativas buscando soluciones instantáneas a sus urgencias más básicas alteró la constitución de esta figura del prosumidor e hizo del trueque una extensión del mercado capitalista sin más.

Este fenómeno desató los mecanismos –tan habituales en el mercado formal– de especulación con productos escasos y de primera necesidad, la falsificación de la moneda, la acumulación de moneda, el control político del nodo, etc. Este tipo de sabotajes que estuvieron siempre presentes, habían existido en un segundo plano hasta que con la crisis se volvieron centrales y aceleraron la crisis de la experiencia.

Ahora bien: la experiencia de la economía alternativa no ha concluido. De un lado, las redes del trueque no han desaparecido. Ciertos nodos que se cerraron a tiempo han logrado sobrevivir. Por otro lado las redes como tales no han desaparecido y se hallan en un proceso de reflexión intenso sobre las formas de autoprotección que les permitan un relanzamiento.

Pero quizás la transformación más importante pase por la incorporación de procesos y flujos que se desprenden de la red mercantil y que van estableciendo, incluso, acuerdos cada vez más significativos con instituciones estatales locales. Surgieron así nuevos fenómenos como las “megaferias”, donde se reúnen integrantes de distintos nodos o clubes de diferentes puntos del país, y donde concurren hasta 20.000 personas a intercambiar productos y servicios; comenzaron a articularse redes de compras comunitarias que establecieron vínculos entre todo tipo de productores de alimentos (arroz, aceite, harina, etc.) y los nodos o megaferias; se intentó organizar una red de salud al interior de la red de trueque incorporando como prosumidores a médicos, enfermero/as, psicólogo/as, etc.; se fundó la primera farmacia de medicamentos genéricos del país, experiencia que proyecta extenderse a diferentes barrios y se pretende en el mediano plazo conseguir un laboratorio donde producir los propios medicamentos; hubo acuerdos con varias municipalidades del país para cancelar tasas municipales con las monedas de la redes del trueque, ingreso que el municipio usará para mantener programas de empleo, promover planes sociales para desocupados y contratar como proveedores a emprendimientos productivos de la red del trueque.

La experiencia de las redes del club del trueque fue una monumental experiencia de masas de economía alternativa. Esa experiencia ha sido capitalizada. De aquí en más el trueque, organizado como tal, será uno de sus elementos, pero ya no el único. Las experiencias (los saberes, los contactos, etc.) se multiplican, y la incorporación de conocimientos técnicos y profesionales se van haciendo cada vez más reales.

[1] Estas formas sociales nuevas están implicadas en la doble modalidad implícita en su ser potencia: potencia desplegada como multiplicidad, fuerza, acto y también potencia como potencial, como apertura de posibles, como lo aún no realizado y por tanto con posibles convocados por la posibilidad de la posibilidad.

[2] La captura es captura de la potencia en sus dos sentidos anteriores: apropiación del acto y la fuerza, dándole orientación a la multiplicidad y conduciendo la energía hacia ideales o modelos instituidos, pero también captura se utiliza en el sentido de lo que amputa los posibles potenciales.

[3] En efecto, lo que está en juego aquí es el hecho de que las redes de la economía alternativa tiendan a autonomizar la producción social efectiva respecto del mando del capital.

sábado, 10 de octubre de 2009

¿Estamos en guerra?

No es sólo que vivamos en un sistema de violencia, de violencia de discriminación y de violencia de dominación, como dos caras de una misma moneda, es que la fase actual, de globalización neoliberal, o como queramos llamarla, representa una declaración de guerra de los priviligiados, de la ínfima minoría de los privilegiados, al conjunto de la humanidad.
Soy consciente de que esta ínfima minoría no está sola... y de que no podría reproducir y ampliar su sistema sin su enorme capacidad de generar complicidades, activa y pasivas, incluidas las nuestras, pero, en lo esencial el párrafo anterior es exacto: como decía Serrat, nos han declarado la guerra.
Hemos pasado de una violencia más invisible a una violencia más visible, de la manipulación sutil basada en la capacidad de generar complicidades (más salarios, más consumo, más bienes, más compensaciones, más ideología neocapitalista blanda...) a la manipulación burda y la violencia represiva directa.
Por eso, que ya he dicho otras veces, con distintas palabras o palabras parecidas, me produce mucha satisfacción copiar aquí la declaración de guerra de Via Campesina, guerra noviolenta, pero guerra, con todas sus consecuencias:

"Por ser principal amenaza para las familias campesinas e indígenas y para la humanidad
Llamado a la lucha contra las corporaciones transnacionales

La Vía Campesina
Minga Informativa de Movimientos Sociales


Las corporaciones transnacionales son nuestros enemigos comunes, constituyen la forma actual del capital que ejerce el control sobre nuestras economías.
En las zonas rurales estamos viendo una feroz ofensiva del capital y las transnacionales sobre la agricultura y los bienes naturales, es una guerra privatizadora de despojo contra campesinos e indígenas, un robo privatizador de la tierra, la biodi­versidad, el agua, las semillas, la producción, el comercio agrícola.
No se trata solamente de las transnacionales de los agronegocios, también estamos hablando de las dedicadas a las extrac­ciones mineras, al monocultivo de árboles, las grandes represas, las que controlan los mercados de distribución, y en gene­ral, todas aquellas que involucran la expansión de industrias contaminantes que están disputando y apropiándose de la tie­rra, el agua y el territorio.
En el momento en que los pueblos ejercemos nuestros derechos y resistimos este despojo generalizado, o cuando somos obligados a ingresar en los flujos migratorios, la respuesta ha sido criminalización, represión, presos políticos, asesinatos, muros de la vergüenza y mas bases militares.
Es por esto que La Via Campesina llamamos a luchar contra las corporaciones transnacionales en general y en particular contra Cargill, Monsanto, Nestle Syngenta, Walmart, que amenazan directamente a nuestras comunidades campesinas e in­dígenas, es la ruta de lucha para los próximos años, hemos declarado la guerra a las corporaciones transnacionales.
Por lo tanto, llamamos a las organizaciones que integran el movimiento campesino internacional La Via Campesina , a nuestros aliados y amigos, a los trabajadores de la ciudad, a los ciudadanos en general a que este 16 de Octubre enfoque­mos nuestro descontento y rechazo contra MONSANTO y LOS TRANSGENICOS.
Con toda la creatividad de lucha de que somos capaces, hagamos oír nuestro grito en el mundo.
FUERA MONSANTO, NO A LOS TRANSGENICOS! SOBERANIA ALIMENTARIA YA! GLOBALICEMOS LA LUCHA, GLOBALICEMOS LA ESPERANZA

La Via Campesina International peasant movement Movimiento campesino internacional Mouvement paysan international"

lunes, 7 de septiembre de 2009

Signos y predicciones

Resulta inevitable intentar hacer predicciones. De hecho, hay científicos serios (no sé si esto es una tautología o una contradicción) que dicen que la esencia de la inteligencia es la capacidad de predicción. Hay predicciones... y predicciones. Si dejo caer mi taza vacía desde una determinada altura puedo predecir (y predigo) que se romperá en añicos. Pero ¿cómo saber cuáles son los signos de los tiempos? Los gobiernos, me refiero fundamentalmente al español y a los "autonómicos", están adoptando medidas represivas, de recortes de derechos, de incremento de las prohibiciones, las cortapisas, las "pegas"... y los "palos". ¿Es esto un signo de los tiempos? ¿Quiere esto decir que vamos a ir avanzando hacia gobiernos autoritarios, falsamente democráticos? ¿Cuál será entonces nuestra respuesta? La subdelegación del gobierno pone muchas e injustificadas pegas a la manifestación de Almaraz (tan peregrinas como que no se pueden hacer paradas ni performances), pone pegas a la concentración de Refinería No, en la que nos veremos esta tarde... hasta el punto de que el propio tribunal superior de justicia de Extremadura habla de "ubicación caprichosa"... y, para colmo, este reportaje emotivo del SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores), antiguo SOC (Sindicato de Obreros del Campo) de mis amores, sobre el que también hablaba el artículo que incluí sobre Diamantino, uno de sus fundadores. La pregunta es: ¿será esta también nuestra respuesta? ¿Volveremos a encontrarnos con un ascenso de la movilización y podrá ser noviolenta, consciente y eficaz?

Esto está copiado de Kaosenlared de hoy:

"Testimonio desde el Infierno. Así es como se puede definir lo que han vivido hoy unos 600 militantes del SAT, durante la ocupación sorpresa de Canal Sur y la estación de Trenes de Santa Justa.

A falta de documentos gráficos que aún tienen que salir, me he molestado en hacer esta crónica personal, pero de seguro compartida mayoritariamente por todos los presentes, como militante del SAT y como testigo y participante de lo sucedido hoy en Sevilla.

Ha habido decenas de heridos, doce detenidos (todos del sindicato, que están aún en comisaría), insultos, amenazas y sucesivas palizas indiscriminadas y duras de la policía sin provocación ni violencia por parte de los sindicalistas agredidos…ha habido una concentración masiva frente a las dependencias policiales donde mantienen detenidos a nuestros militantes, y esta noche se quedarán cientos de compañeros velando por lo que pueda ocurrir.

Parece que la subdelegación del gobierno tenía ya pensado la tremenda paliza ocasionada a los trabajadores/as. Sólo 5 minutos tardó la policía en sacar las porras para pegar sin ningún miramiento a niños, mujeres, hombres, personas mayores, jóvenes…que intentaban entrar por sorpresa en las dependencias de Canal Sur Tv en Tomares. A la primera carga respondieron los militantes del SAT tirando para adelante rebasando a UIP y seguridad, consiguiendo entrar un primer grupo de unos 30 sindicalistas llegando éste a la última planta del edificio, donde está la redacción de los informativos.

Comentar que esta primera carga podía haberla evitado perfectamente la policía pues cuando se dispusieron a cortar la entrada a los sindicalistas, éstos le dijeron con serenidad que sólo iban a hacer su acto y expresar sus reivindicaciones para hacerse oír, no a enfrentarse a nadie. Todo en vano, pues la policía no tardó ni 5 minutos en pegar indiscriminadamente a toda persona presente.

Luego consiguió otro grupo, en el que se encontraba Sánchez Gordillo, de unas 70-100 personas, entrar al edificio, fuertemente tomado por la policía, no pasando de la primera planta. Mientras tanto en la torre ya se habían colgado las banderas andaluzas y se explicaban a los trabajadores/as de dicha cadena el motivo de dicha ocupación.

Por otra parte, unos 4 autobuses con más sindicalistas se habían desviado desde Sevilla para el puente del V Centenario, con objeto de distraer la atención de las furgonetas de la UIP y facilitar la ocupación del edificio de Canal Sur. Este grupo fue también, según los mismos protagonistas, fuertemente agredido por la policía con múltiples contusionados y heridos, siendo resultado herido un policía tras la respuesta de los sindicalistas. La policía ha disparado pelotas de goma en el Puente a los sindicalistas, siendo detenidos en ese momento Cañamero junto a 8 militantes más del SAT.

El desalojo de la sede de canal Sur ha sido pacífico por parte de los agresores (la policía) pues los sindicalistas no iban con más arma que su razón y las palabras. Ha habido dos detenidos en esta primera acción de Canal Sur. Primero han procedido a identificar uno a uno a los presentes, para luego conducirlos a la puerta donde ya se encontraba un nutrido grupo de unos 200 compañeros/as. Los compañeros del primer grupo desalojado han bajado cantando el Himno de Andalucía puño en alto, siendo recibido el segundo grupo de igual forma mientras bajaba. Han sido momentos muy emotivos que hacía tiempo no se veían. Asimismo se han proferido otros gritos como “contra el paro, lucha obrera”, “hace falta ya una huelga general”, “chaves y zapatero, embusteros”, “la solución no es la represión”, “la crisis que la paguen los capitalistas”, “somos currantes, no delincuentes” así como el popular “Jornaleros Andaluces” entre otros.

Ya en la calle y tras presenciar cómo la UIP se llevaba, entre miradas de odio hacia los sindicalistas, a los dos detenidos que se unían a los 9 también detenidos en el puente del V Centenario.

Pero a pesar de los intentos represivos de la policía y el subdelegado del gobierno del PSOE (auténtico fascista por la masacre que ha ordenado), para parar la jornada de protesta por la crisis que sufre Andalucía y el Pueblo Trabajador Andaluz,todos los sindicalistas presentes han acudido también por sorpresa a Santa Justa, donde a pesar de la intervención de la seguridad, no han podido evitar que más de 500 jornaleros accedieran a las vías de tren para cortarlas, resultando un retraso de 40 minutos en dos trenes previstos para viajar. Durante esos momentos se ha procedido a cantar de nuevo los lemas coreados durante todo el día, siendo aplaudidos por los testigos que se encontraban allí y ante la atónita mirada de otros, que desde luego, no esperaban al ejército de sindicalistas y desposeídos que han tomado Santa Justa.

Ha sido entonces cuando ha bajado la UIP pegando indiscriminadamente a todos los sindicalistas que tenían enfrente. Ni niñas, ni mujeres, ni personas mayores, ni adultos, ni jóvenes. Nadie se ha salvado de la auténtica y cobarde paliza recibida por los sindicalistas del SAT, totalmente rodeados por la policía y las paredes de la estación de trenes. Para quien haya estado allí y para los presentes ha sido una auténtica vergüenza. La UIP ha reventado como ha querido y a placer a gente pacífica, indefensa, que en ningún momento ha empleado la fuerza. Desde aquí exijo la dimisión inmediata de la subdelegación del gobierno y la disolución de los cuerpos represivos y políticos del Estado, porque eso es lo que son y hoy lo han demostrado: una policía política que sólo está para reprimir.

Ya saliendo por las puertas se ha gritado “asesinos” y “policía asesina” y tras conducirnos a base todavía de palos por las escaleras, ha habido una muchacha joven recriminando a la policía que estuvieran pegando a un hombre mayor. Ni corto ni perezoso, un policía ha salido de dentro del recinto de trenes y le dio con saña un fuerte golpe con la porra en el vientre que le ha provocado falta grave de respiración y convulsiones, llegando a expulsar espuma por la boca, teniendo que ser atendida por la ambulancia y temiendo por su vida muchos de los presentes tras ver las convulsiones. Cuando se ha podido recuperar ha mostrado el vientre hinchado, con la marca de la porra y la sangre saltada. Han sido, desde el desalojo violento, momentos de tensión, pánico y ansiedad entre los presentes, incluso quienes no han participado de la manifestación, pudiendo verse mujeres llorando por la paliza tan injusta y con tanta saña que han dado la policía española a los trabajadores andaluces. Ha habido tres detenidos en la acción de Santa justa, cifra que no se corresponde ni con la actitud en todo momento pacífica de los manifestantes, ni con el tremendo número de golpeados, vejados y contusionados.

Tras una asamblea en las puertas de la estación, se ha decidido por parte de todos los compañeros presentes dirigirse hacia las dependencias policiales de Blas Infante, para mostrar su solidaridad e interés por los detenidos. Han sido varias horas desde las 15,00 aproximadamente las que han pasado sindicalistas mayores, jóvenes, mujeres, niños/as, soportando temperaturas a la sombra (que poca había) de 38 grados, esperando alguna noticia de las detenciones. Tras anunciarse que no iban a soltar hoy a los detenidos, se han celebrado asambleas en el Parque de los Príncipes, resultando la firme decisión de quedarse cientos de compañeros esta noche acampando frente a la comisaría donde están los detenidos, donde continúan allí a estas horas.

Para mañana está previsto que siga la protesta solidaria si no liberan a los 12 detenidos que en estos momentos se encuentran en privación de libertad.

La Andalucía Rebelde ha demostrado hoy valentía, ejemplo, tesón y dignidad. Se tienen y se van a sentir orgullosos quienes hemos estado hoy en estas acciones. Los que no han estado, deben de ir y apoyar las luchas, ahora que tan duros momentos está pasando el Pueblo Trabajador y ahora que nos muestran, ya sin careta, cuál es la intención y la política del gobierno del estado español y la junta de Andalucía (PSOE), el gobierno de los traidores, reformistas y españolistas: la represión pura y dura hacia la disidencia en Andalucía.

Vuelve a quedar claro una vez más, que ni la crisis se puede resolver desde Andalucía sin soberanía nacional ni socialismo, ni puede tumbarse el mal gobierno sin movilizaciones en la calle, donde hoy, se ha vuelto a demostrar, que la temen mucho.

Este pueblo, hoy, como desde hace ya muchos siglos, ha marchado de nuevo por su libertad y por el fin de la explotación del hombre por el hombre. Este pueblo, hoy, ha sido machacado por expresarse pacíficamente. Esta no es la Andalucía que quería Blas Infante. Pero aquí estamos, esta es nuestra tierra, de aquí no nos vamos y vamos a recuperarla, tarde o temprano, que se vayan enterando bien los esbirros del mal gobierno. Mientras el mal gobierno no tome medidas urgentes, viables y eficaces para el Pueblo Trabajador Andaluz contra la crisis; mientras la clase obrera andaluza siga desposeída de los medios de producción y distribución, mientras en definitiva, Andalucía no sea Libre, la lucha es el único camino.

VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA

VIVA ANDALUCÍA LIBRE Y SOCIALISTA"

martes, 11 de agosto de 2009

11 de Agosto de 2009: DIA DE ACCIÓN GLOBAL POR HONDURAS


Sigo sin tiempo para escribir, pero ya se ve la luz al final del túnel del libro... aunque aún bastante lejana. No quiero, sin embargo, dejar pasar el día de hoy sin hacer algo, aunque sea tan poco como meter aquí en el blog esta convocatoria. Nos jugamos mucho... en cada cosa grande y en cada cosa pequeña. Besos

A las hermanas y hermanos de todas las regiones de La Vía Campesina,
A las hermanas y hermanos de todos los movimientos sociales,
A todos los pueblos del mundo:

A más de un mes del golpe militar en Honduras y a 38 días de una incansable lucha de millares de campesinos, mujeres, indígenas, maestros, estudiantes, sindicalistas, profesionistas y gente sencilla de las ciudades y del campo, para revertirlo y restaurar la democracia y la dignidad, la represión de los golpistas no ha mellado el espíritu de lucha del heroico pueblo hondureño.

Esta lucha ha entrado ahora en una fase crucial por lo que el movimiento campesino hondureño y el Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado, han convocado a los movimientos sociales, sindicales y democráticos, a una Marcha Nacional que se inicia este día 5 de agosto y culminará el 11 de agosto en Tegucigalpa y San Pedro Sula.

En apoyo a esta Marcha Nacional y a nuestras hermanas y hermanos campesinos y a todo el pueblo hondureño, La Vía Campesina les hace un llamado a un Día de Acción Global por Honduras, el 11 de agosto de este año, para desplegar la solidaridad más amplia llevando a cabo movilizaciones, actos políticos y culturales, acciones de presión y cabildeo y cualquier actividad posible que ayude al avance de la lucha popular hondureña en la derrota del golpe militar.

Les solicitamos que nos informen a la menor brevedad posible de sus planes de acción y trabajo del Día de Acción Global de Honduras.
¡GLOBALICEMOS LA LUCHA, GLOBALICEMOS LA ESPERANZA!
Henry Saragih, coordinador general de la Vía Campesina

domingo, 26 de julio de 2009

Nuevo impulso del Yo, conquista del alma y derrumbe social y moral (Ramón Fdez. Durán)

Ya he vuelto de vacaciones. De momento no tengo muchas ganas de escribir aquí... ni mucho tiempo, pero este fragmento de un futuro libro de mi querido y admirado Ramón me parece un buen regalito para retomar el blog. Una parte aún mayor del libro podéis encontrarla en http://eutsi.org/kea/control-social/espectacular/tercera-piel-sociedad-de-la-imagen-y-conquista-del-alma-por-ramon-fernandez-duran.html ... y a esperar a que salga el libro completo. Besos a manta.



En el siglo XX, sobre todo en su segunda mitad, y muy especialmente en los últimos treinta años, hemos asistido a una nueva y apabullante reafirmación del Yo. A lo largo del libro ya hemos visto los distintos saltos en el reforzamiento del Yo en el trascurso de la Historia, pero un salto como el que se ha dado en las últimas décadas, podemos seguramente afirmar que nunca había tenido lugar con esa rapidez, esa intensidad y ese alcance global. Ha sido un salto verdaderamente cualitativo. Como nos dice Boff (2002) al ser hu­mano (post)moderno le ha entrado el complejo de “Dios”, es más, se está comportando casi como si fuera “Dios”. Un “Dios” todopoderoso, y sobre todo, por en­cima del bien y del mal. Y no sólo porque a través de la tecnociencia (y en especial del uso indiscri­minado de energía) pensase que lo podía conseguir todo, sino porque, y principalmente, ha desarro­llado un individualismo narcisista y posesivo, sin parangón, y un fuerte hedonismo insolidario. Esta sería la fotografía que definiría a los individuos de las clases medias-altas del mundo entero, que miran hacia arriba para parecerse a los verdaderamente poderosos, y a los que admiran e intentan asimismo imitar las amplias clases medias de todos los lugares, así como los que centenares o miles de millones de personas en el mundo de explotados y desposeídos que querrían también reencarnar­se en ellos, pues es el deseo que les suscita y les vende la Aldea Global. Pero este aprendiz de “Dios”, es un pobre “Dios”. En realidad, lo que es, es un Don Nadie, un espíritu fracturado, defini­do por su carácter como consumidor insaciable, así como espectador pasivo de una realidad que le supera y que no entiende, cuya principal libertad es la del mando a distancia, sin ningún sentido del bien común, y que solo defiende sus propios intereses particulares. Pero este nuevo “Dios” poten­cial sí ha conseguido una cosa, y es que nuestro Yo más íntimo se haya convertido en capitalista (Petit, 2008). El capitalismo, y especialmente sus valores, han penetrado hasta en lo más hondo de nosotros mismos. De esta forma, este proceso de feroz individualización, es una individualización fuertemente negativa, para nada liberadora, y con profundas consecuencias sociales.
Toda la vida pues está siendo afectada por la lógica del capital. Sufrimos una fuerte alienación, de la que ni siquiera somos conscientes. La Sociedad de la Imagen y el Ruido nos lo impiden, al tiem­po que nos embriaga y nos atonta. La conquista del alma se ha ido produciendo casi sin resistencias y sin darnos cuenta. Las estructuras de poder han logrado “reducir nuestras cabezas” (Dufour, 2003). Pero no ha sido por casualidad. Mantenemos nuestra atención constantemente centrada fuera de nosotros, devorando imágenes y atolondrados por el ruido continuo. No hay silencio casi en nin­gún sitio, y sobre todo en nuestro interior. Y esta falta de paz interior es consecuencia de la adicción de nuestras sociedades a la Realidad Virtual, que no solo provoca depresión larvada, pereza y abu­lia, sino que la inmadurez, asociabilidad, frustración y violencia que su mensaje difunde es germen de todo tipo de comportamientos patológicos. Además, eso genera unas estructuras mentales en las nuevas Sociedades de Masas del capitalismo tardío que se asemejan a las de un niño de dos años, pues les hace exigir gratificación inmediata a sus deseos, so pena de caer en la frustración. Son pues sociedades que no tienen ninguna conciencia de la existencia de límites, y por supuesto ninguna re­flexión acerca de los condicionantes y limitaciones ecológicas a nuestra existencia. Pero, es más, las nuevas generaciones no distinguen la ficción de la realidad, pues se han “educado” absolutamente inmersos en la realidad virtual, lo que está provocando una ausencia de sentido cada día mayor en nuestras sociedades. Se ha perdido prácticamente el sentido de la existencia humana.
Además, los niños de nuestras sociedades “avanzadas” lo quieren todo y de inmediato, y tampoco les gusta compartir lo que tienen. Parece que muchos de ellos lo tienen “todo”, pero no tienen ni te­rritorio ni autonomía propia, debido a la degradación y pérdida del espacio público urbano-metropo­litano. El espacio de la ciudad tradicional en que antes se socializaban más o menos autóno­mamente les ha sido robado, y ahora se enganchan a la televisión y a Internet. Se dice que actúan como pequeños dictadores o emperadores en un mundo en que parece que no existen límites. Es normal, aprenden (poco) de los nuevos aprendices de “Dioses” que son sus mayores, algo (tendien­do cada vez a me­nos) de un entorno educativo degradado y cada vez más mercantilizado, y sobre todo mucho de los valores que trasmite la realidad virtual (la publicidad –incluida la publicidad in­fantil-, los Reality Shows, los Operación Triunfo y Fama, y los video- juegos). ¿A quien pues le pue­de extrañar el progresivo derrumbe social y moral de nuestras sociedades?
La atomización social es cada día mayor, y la anomia también, sobre todo en las metrópolis. Se han desarticulado en muy gran medida las redes comunitarias de relación social, especialmente en los espacios altamente urbanizados. Lo cual ha agravado la soledad. La nueva Sociedad de Masas es una muchedumbre solitaria. Y hay un creciente malestar social en la Sociedad del Bienestar en cri­sis. Un malestar social difuso que ya venía incubándose cuando ésta estaba en su apogeo, pero que ahora está estallando en su declive. Pero ese malestar se quiere psicologizar e individualizar como forma de despolitizar y desocializar el sufrimiento, al tiempo que se intenta tratar con psicofárma­cos creando una sociedad medicalizada. Y el individuo perdido en la muchedumbre solitaria, vaga sin identidad propia (autónoma) entre la Segunda y la Tercera Piel, a pesar de su paradójico fuerte sentido del Yo. La razón es que su “identidad” está cada día más heterodeterminada por la Sociedad de la Imagen. Y es por eso también por lo que para subsistir en este mundo sin sentido desarrolla mecanismos como el cinismo y el oportunismo sin límites para poder sobrevivir. O bien se mete de lleno en el mundo del Deporte Espectáculo, para poder disfrutar de una identidad colectiva y sentir­se miembro de una “comunidad”. Además, es la única “realidad” que puede llegar a conocer y do­minar, pues la Realidad real es tremendamente compleja y hecha a propósito ilegible, y es esta otra “realidad” (la del Deporte Espectáculo) la que le puede permitir socializarse y comunicarse con otros congéneres, en general masculinos. Incluso saltándose barreras de clase.
Pero una parte cada vez mayor de la sociedad cae en la depresión y la ansiedad, sobre todo los más frágiles económicamente y en especial las mujeres. En el escalón social más bajo, los “sin te­cho”, la disolución de lazos sociales es prácticamente total y la vivencia de su condición extrema es fuertemente individual. En este sentido, será muy difícil ver a un “sin techo” interesándose o movi­lizándose por el Real Madrid, Fernando Alonso o Rafa Nadal. La conciencia de su cruda “realidad real” le aleja absolutamente del glamour de la “realidad virtual”. Pero también incide sobre una par­te cada día mayor de la sociedad “normalizada” la progresiva corrosión del carácter provocada por una flexibilidad y precariedad laboral cada vez mayor, que anula cualquier fijeza y estabilidad y que es germen de todo tipo de ansiedades (Sennet, 1999). Todo lo cual acentúa la posibilidad de actitu­des patológicas o violentas, en especial la violencia gratuita en ciertos sectores juveniles. Sobre todo por las frustraciones que provoca también el abismo entre las aspiraciones a las que induce el men­saje mediático y las posibilidades reales para una parte importante de la población de poder plas­marlas en la práctica. Y hasta empiezan a desarrollarse cada vez más la violencia hacia los mayores dentro de las familias por parte de estos jóvenes “rebeldes”, o hacia el profesorado dentro de las au­las, aparte de hacia los más débiles dentro de los propios alumnos. Agresiones que se graban en los móviles y se cuelgan en la red, para pavonearse y divertirse. En definitiva, es una violencia nihilista y sin sentido, una expresión más de una sociedad enferma y que ha perdido el rumbo.
De esta forma, el derrumbe de nuestras sociedades no es sólo social sino también moral, pues am­bos planos se retroalimentan mutuamente. Se va imponiendo así el sálvese quien pueda, actuando abiertamente lo peor de ese nuevo Yo hiperreforzado, y al mismo tiempo roto. “Después de mi el di­luvio”, es su lema. Y la corrupción se convierte en la ma­nera más rápida de conseguir lo que se pre­tende, o nos hacen pretender. El capitalismo tardío se sustenta en un mar de pequeñas corrupciones sociales, en una verdadera ruina moral generalizada en el ámbito de lo público, aparte de por su­puesto en la Gran Corrupción cada vez más institucionalizada. Además, nadie tiene la culpa de que el mundo se haya convertido en algo tan complejo, pues como dice Fdez Liria (2008): “Todo el mundo llama por el móvil y todo el mundo revienta el Congo (de donde se extrae el Coltán para fa­bricarlo)”, sin violar mandamientos. Pero “por muy complejo que se haya vuelto en este mundo dis­tinguir entre el bien y el mal, hay una cosa que seguro que es mala, y esta cosa es, nada más y nada menos, el hecho mismo de que exista un mundo así”. Pero es esta realidad perversa la que es un verdadero “Pecado Estructural”. De esta forma, el retroceso intelectual y humano de las sociedades tecnológicamente avanzadas es patente, lo cual hace avanzar también el irracionalismo colectivo, y el nihilismo social, en la sociedad postindustrial de masas.
Pero menos mal que todavía hay resistencias y que aún se preservan espacios donde imperan (aunque contaminados) otros valores. Si no, el capitalismo tardío se habría ya autodestruido por su incapacidad de reproducción social. En los ámbitos privados de convivencia y relación todavía sub­sisten en gran medida la lógica del cuidado, del afecto, de la comunicación personal, así como en los microespacios de vida comunitaria. La familia, una institución en crisis, está actuando cada vez más como el verdadero “Estado del Bienestar”, pero a costa del trabajo fundamentalmente de las mujeres, y sobre todo de las mujeres del Sur Global en el Norte rico, así como de los chantajes emo­cionales sobre las mismas. Son por tanto las mujeres las que prioritariamente están haciendo frente y soportando el derrumbe social y moral del capitalismo global. Como nos dice María Novo (2007), las mujeres son las grandes disidentes de los valores (no liberadores) de la Modernidad y Postmo­dernidad. Eso sí, muchas veces sin saberlo y hasta, en ocasiones, sin quererlo. Aunque también mu­chas personas se están cuestionando toda esta sinrazón, y buscan la espiritualidad perdida en la espi­ritualidad oriental, p.e., sobre todo en los últimos treinta años. Y, asimismo, se dan igualmente otras resistencias de carácter más político de las que hablaremos más adelante en el li­bro.

sábado, 27 de junio de 2009

Cómo avanzar en esta situación de crisis (III)

Soy consciente de que esto va a ser muy incompleto. Escrito, además, a salto de mata... y espurgando cosas según la inspiración o lo que sea. Pero me gustaría seguir con las lecciones de la crisis, intentando entender qué ha pasado, verlo con la suficiente perspectiva y con la mayor sencillez posible. Aunque tenga que hacer una decena de entradas (más breves que las anteriores) y publicadas sin continuidad.
Mi sentimiento dominante es el de que hemos sido engañadxs... o nos hemos dejado engañar... o nos hemos encontrado el engaño montado y hemos nadado en él como hemos podido. Procede de Marx, que yo sepa, la idea de que el capitalismo ha cumplido un papel positivo en la historia... algo así como que ha desarrollado tanto la riqueza y la ciencia y la tecnología que crea las condiciones para su propia superación. No digo que no... no le voy a llevar la contraria al de las barbas, pero tengo con frecuencia la impresión de que lo que ha hecho ha sido meternos en un callejón sin salida, en una ramal muerto, que no lleva a ninguna parte... y del que se sale bien con dificultad, si es que puede salirse bien. Mal, seguro que sí... sin remedio. No hay mal que dure quinientos años! Espero.
¿Cuáles han sido los engaños gordos? Que a mi se me ocurran:
- Dejar de intentar satisfacer nuestras necesidades materiales a partir de nuestro trabajo y nuestros recursos comunitarios y dejar la iniciativa (secundar, ser cómplices, aceptar...) a personas individuales o pequeños grupos (propios o ajenos) que buscaban enriquecerse, acumular, crecer...
- Poner como meta el desarrollo de este sistema "complicándonos" en un consumo creciente y cada vez más sofisticado de necesidades cada vez más injustificables.
- Sustituir el trabajo de relaciones interpersonales e intrapersonales de satisfacción de nececesidades emocionales y morales o espirituales o de valores, cómo queramos llamarlas, por... por más consumo.
- Olvidar, no ver, no querer ver, que este incremento desmesurado del consumo nuestro significaba discriminación, miseria, injusticia "exportada". A la mayoría de la población de los países del sur y a la minoría de la población de los países del norte.
- Olvidar, no ver, no querer ver, que este incremento significaba destrucción, desaparición, contaminaciones varias, "afeamiento", formas de vida insostenibles, ariscas, tóxicas, tensas, ruidosas, enfermas... también emocionalmente y moralmente.
Siempre se puede concebir más injusticia, más miseria y más destrucción... pero no parece que haya otro camino que una cierta vuelta atrás: una vuelta a la tierra, una vuelta a la sencillez, una vuelta a un nuevo tipo de relaciones y comunidades... para cambiar de rumbo, para irnos acercarnos a la salud, a la libertad... y a la posibilidad de sentido.
Todo esto me parece tan evidente, ha sido tan repetido de tantas maneras por tantas personas... que siempre me encuentro esperando que cuaje, que precipite... que nos pongamos a ello.
Antes de acabar de escribir esto me doy cuenta de que ya nos hemos puesto a ello, aunque todavía sea difícilmente visible y tenga una coherencia insuficiente, al menos en mi caso. Y entonces me digo, mucho más alegre de lo que empecé: soltemos la impaciencia y sigamos trabajando/luchando y mejorando nuestro trabajo/lucha.

lunes, 8 de junio de 2009

¡Al rico comentario postelectoral!

Fui presidente de mesa electoral este pasado domingo. Hice lo que pude por entretenerme...aunque era difícil: metí sin querer el carnet de conducir de un votante en lugar del sobre, hice toda suerte de comentarios "graciosos" para el resto de miembros de la mesa y para el público... y, finalmente, cuando me llegó el turno de votar, con toda seriedad y solemnidad dije: "El presidente no vota". Pero no se rieron.

En fin, buenxs compañerxs de mesa, bastantes risas, dos tiempos libres uno para comer y otro para el café... A pesar de todo, especialmente al final, cuando hay que rellenar un montón de papeles, estuve a disgusto... como si me hubieran robado.

La cosa está en que no soy objetor a las votaciones, sí a esta, que me parecía carente de justificación e interés. Mucha gente piensa que hay que votar siempre que se pueda, otra mucha que hay que votar casi siempre, salvo que se justifique el no votar, por la razones que sea, alguna gente piensa que no hay que votar nunca y, finalmente, otra gente, poca, pensamos que no hay que votar como norma, salvo que se justifique, por las razones que sea. En este caso, no me parece que se justificase. No siempre he pensado así. Creo que antes me situaba más bien en la segunda opción... pero he ido convenciéndome cada vez más de la última.

Bueno, a lo que íbamos, algunos comentarios a posteriori, sobre los resultados:
- Creo que sería todo algo más sincero y realista si se dijeran los porcentajes de los diversos partidos sobre el total de electores. He estado aquí echando mis cuentas y me sale que al PP, el gran vencedor, le ha votado el 19% de los electores, al PSOE, el 18, a IU, el 2... He redondeado, como podéis ver y eso distorsiona un poco las diferencias. Se me ocurre un ejemplo que no es del todo exacto, pero que nos permite hacernos una idea: en una asamblea de 100 personas, para decidir sobre algunas cuestiones importantes la propuesta más votada obtiene el apoyo de 19 personas y la siguiente de 18. 54 personas no votan... por diversas razones. ¿Se puede tomar una decisión con el apoyo de 19 personas sobre 100? ¿Es esa una buena manera de gestionar las cosas? Es absolutamente curioso como ya apenas se habla de la abstención; después de los primeros comentarios, se ha invisibilizado.
- Los procesos electorales tal como están son inmensas campañas de manipulación, especialmente por parte de los grandes partidos, pero, en alguna medida, por todos. La manipulación es una forma especialmente insidiosa de violencia. Así que, tal como yo lo entiendo, las campañas electorales son un período de presencia aplastante de la violencia. Creo, incluso, que el cinismo está alcanzando nuevas cotas. Siempre me ha llamado la atención en Uribe, el presidente colombiano, el terrible contraste que hay entre sus modos, sus palabras, su lenguaje no verbal, tan... modosito y la realidad horrorosa de su acción criminal. Hoy me da la impresión de que el modelo Uribe se está generalizando. La manipulación ha dejado de ser una operación fina y se ha convertido en algo burdo: mentir, inventar, conspirar, ocultar... pero con habilidades sociales, con preparación, con buenos managers...
- Siendo los procesos electorales lo que son, quienes tienen los medios tienen todas las papeletas. Así que las derechas o las falsas izquierdas, que son las que pueden obtener los recursos de quienes los tienen (entidades financieras y multinacionales), tienen todas las de ganar. Resulta incluso patético este empeño de la izquierda más de izquierda por jugar un juego que no es su juego y en el que todas las cartas están marcadas, los resultados cantados y el pescado vendido... esperando una especie de milagro que nunca se produce o que, si se produce, es puntual y sin consecuencias a largo plazo.
- ¿No hay entonces nada que hacer? ¿Son los procesos electorales una radiografía social fiel y, por ejemplo, Italia es un pais de idiotas, corruptos o cómplices? Me parece que las cosas no son así... que este país nuestro no es lo que sus resultados electorales dicen. Sencillamente porque no son el reflejo de la sociedad. Son lo que son: el resultado de una campaña publicitaria muy cara y tecnificada que actúa sobre una gran parte de la población previamente desinformada y manipulada. Ni más... ni menos. La cuestión es que el juego está trucado y que participan incluso lxs jugadorxs que saben que está trucado.
- Para terminar: sólo la implicación colectiva en procesos cercanos y "afectantes", generando movilización y organización en grupos próximos que funcionen autogestionaria y horizontalmente... puede generar aprendizaje colectivo real. Si las personas y los grupos de la izquierda real quieren de verdad acabar con esto, crear otra cosa, otra situación, deberíamos ponernos de acuerdo en una estrategia de este tipo a la que dedicar todas nuestras energías... no a hacer listas electorales y gastarse el tiempo, las energías y los recursos en campañas "milagrosas". Generar poder colectivo real, no esperar a que el poder lo otorguen las instituciones del sesempoderamiento. Lo demás ya vendrá... por añadidura.

lunes, 18 de mayo de 2009

Se ha muerto uno de mis "santos"

Tengo, como algunxs sabéis, bastantes santxs... personas de las que he sacado una fotografía de internet, las he impreso, las he puesto en un cuadrito y las he colgado en mi habitación. He puesto juntas a mucha gente que habitualmente no lo están, a Emma Goldman con Rosa Luxemburgo, a Piotr Kropotkin con Antonio Gramsci... Una gran parte de ellxs están muertxs, otrxs vivxs. Mario Benedetti sigue donde está (es decir, su pobre retrato) pero ha pasado de vivo a muerto. Sólo me quedan algunxs vivxs... así que acabo de decidir incorporar una nueva fila de retratos, todos de personas vivas. Me gusta verlos allí, me animan... pienso que muchas personas han podido darle un cierto sentido a sus vidas, a pesar de lo difícil que eso es, y me ayudan a esperar que puedo darle un cierto sentido a la mía... a pesar de todo.
A veces determinadas muertes tienen para mí un absurdo componente de "injusticia"... no se debería haber muerto... Sé que es un sinsentido, pero... así lo siento. Bueno, no sé muy bien lo que estoy escribiendo. Estoy... triste y afectado.
Un pequeño poema suyo, como homenaje.


OVILLOS

Mientras devano la memoria
forma un ovillo la nostalgia

si la nostalgia desovillo
se irá ovillando la esperanza

siempre es el mismo hilo

jueves, 14 de mayo de 2009

Agresiones y violencia machista "internas"

Estas son unas reflexiones libertarias, creo que de mujeres de CNT, que me parecen interesantes. No encuentro de dónde lo saqué, para colgarlo como artículos que recomiendo... así que lo meto aquí. Por otra parte, hace mucho tiempo ya que no incorporo ninguna entrada nueva: estoy atascado con la tercera parte de qué hacer en tiempos de crisis... y algo liado. Así que...
"Reflexiones anarquistas: Agresiones y violencia machista en el movimiento: ¿Algo ya superado?
De alguna forma resulta más fácil y más creíble pensar en una “feminista histérica exagerada” que en un “compañero agresor”.
Estamos en un punto en el que las reflexiones en torno a las agresiones sexistas en espacios libera­dos es prácticamente nula. Esto sucede porque por un lado, se parte de la premisa errónea de que como somos anarquistas, automáticamente estamos libres de este tipo de lacras. Sin embargo, son actitudes e ideas asumidas que no se eliminan automáticamente, sino que hay que hacer un esfuerzo por trabajarlas. Y para hacer este esfuerzo hemos de darnos cuenta de ellas en vez de rechazar de plano que tengamos esas actitudes, deberíamos hacer un ejercicio de introspección, para ver cuáles son las actitudes que contribuyen a mantener este estado actual de las cosas para poder combatirlas. Si las negamos sin haber hecho esto, lo único que haremos será maquillarlas, o tener actitudes per­misibles de cara a la galería, pero no habremos cambiado de raíz nuestros comportamientos.
Por otro lado, desde que en los medios e instituciones se comienza a tocar el tema, parece que la so­bredosis informativa acerca de casos de malos tratos y demás, el tema aburre. Ya está suficiente­mente tratado y no hay que darle más vueltas. Además de esa falsa sensación de que esto tan horri­ble que sucede, ocurre “fuera de nuestras fronteras”. El problema no es nuestro, ya que nosotres so­mos anarquistas, y en nuestros círculos no se puede dar. Sin embargo, somos hombres o mujeres cada día, cada minuto y cada segundo de nuestra vida, y cada vez que nos relacionamos con otras personas (o incluso con nosotrxs mismxs, en nuestra percepción de la realidad) dejamos constancia de cómo asumimos nuestro rol de género.
La reflexión sobre las agresiones en nuestros espacios se genera (la mayoría de las veces, por no de­cir todas...) en grupos de mujeres y lesbianas. Su incidencia en grupos mixtos es residual. Seguimos tratando el tema como algo que afecta sólo a las mujeres. Es cierto que somos las que recibimos la peor parte, pero esto nos afecta a todxs, seamos agredidas o agresores precisamente por ese rol que jugamos y que muchas veces nos vemos reacios a plantear.
Y es precisamente este rol el que tenemos que observar, plantear, criticar, reflexionar sobre ello. Cómo nos afecta aplicar un rol “que se supone no nuestro”. Cómo influye el resto de la sociedad, en el sentido de que en ocasiones tenemos una lucha interna con nosotras mismas porque no sabemos si “nos estamos pasando de feministas”, al colocarnos un espejo deformado de “feministas histéri­cas” cuando algo nos cabrea porque nos afecta directamente. No se puede pasar por alto, no pode­mos perder de vista que estamos hablando de relaciones de poder desequilibradas y desiguales de partida, de dominación, de opresión.
El hombre (incluido el hombre anarquista) parte de una situación privilegiada con respecto a la mu­jer. En su mano está pues contribuir a perpetuar esos privilegios o no. Esa contribución puede no ser, o ser chiquita, o ser grande: ignorando, despreciando, ninguneando, invisibilizando, cosifican­do, acosando, abusando, agrediendo, maltratando...
Desgraciadamente, nuestras relaciones y nuestros espacios no están exentos de estos intentos de abuso de poder. Cada X tiempo sale a la palestra un nuevo episodio de agresión o acoso, por no ha­blar de todos aquellos (la mayoría) que se silencian. En general, en el momento que una persona de­cide hacer público que ha sido víctima de una agresión, colectivamente, no reaccionamos, no sabe­mos reaccionar o no queremos reaccionar... se tiende a invisibilizar, evitar, eludir... se habla de ello como un asunto “privado”, como algo muy complicado, delicado, dándonos una excusa para mante­nernos al margen.
Cuesta aceptar la agresión como tal, porque en nuestro imaginario, los agresores son psicópatas, en­fermos que acechan en callejones oscuros o esperan agazapados en el portal, sin embargo el 90% de las agresiones sexuales se produce en espacios de confianza. Hemos generado un estereotipo de agresor que a la hora de la verdad cuesta ver reflejado en nuestrxs compañerxs. Nos hemos llenado de frases y de dibujos de mujeres golpeando en los testículos a hombres agresores. Y esto es fácil de cumplir cuando no hay lazos de ningún tipo con el agresor. Tendemos a pensar que las violaciones se dan por agresores anónimos, para los que la única herramienta de la que disponemos es la autodefensa.
Pero ¿qué sucede cuando estas dinámicas se dan entre personas con lazos de unión, ya sea de com­pañerxs o de amistad, u otras? pues que no sirve la autodefensa, porque no puedes golpear a quien aprecias. Es necesario otro trabajo ante esto. Un trabajo con varios enfoques, porque podemos ser agredidas, podemos ser agresores, o podemos ser cómplices.
Cuando el modelo de agresor que tenemos es un demonio con cuernos y rabo, es fácil aplicarle este modelo a un agresor desconocido, o a alguien que de por sí te cae mal, y entonces darle una patada en los huevos. Pero cuando ese agresor resulta ser una persona que comparte espacio y trabajo con­tigo, a quien tienes aprecio, cuando debes aplicar ese modelo a un chico que puede ser encantador, con gran sentido del humor, estar muy implicado en diversos temas sociales, la primera reacción es de “no puedo creérmelo”. Y de alguna forma resulta más fácil y más creíble pensar en una “feminis­ta histérica exagerada” que en un “compañero agresor”. Buscamos formas de entenderlo como un malentendido, como algo no tan grave, para intentar evitar todo el esfuerzo que supone enfrentarse a ello (X no puede hacer eso, simplemente no puede ser). De esta forma, esta resistencia a asumir la agresión en nuestro ambiente, movimiento, relaciones, centros, lugares, nos lleva a minimizar, ex­cusar, justificar, dar una explicación alternativa de los hechos, cuestionando de esta manera a la per­sona agredida.
Y quizás la solución no sea siempre una patada en los cojones. Si nos debatimos entre darle una pa­liza o mirar hacia otro lado, normalmente elegimos mirar hacia otro lado, es un mecanismo de auto­defensa para no tener que aceptar "la monstruosidad de alguien cercano". Pero quizás debamos des­cubrir otras vías. Quizás exista la posibilidad de acercarnos a ese amigo de quien descubrimos un reverso tenebroso y hacerle ver que su actitud es despreciable, pero que estamos dispuestxs a ayu­darle para cambiar su actitud. Si le da igual y lo que le importa es mantener su imagen, podremos pasar a la opción de darle de lado, crearle un vacío, o incluso volver a la clásica patada en los testí­culos. Pero si somos anarquistas, deberíamos estar por la nunca fácil opción de recurrir primero a otras medidas antes que a la mera represión. Proponer el planteamiento y la ayuda para que el agre­sor asuma el rol que ha estado llevando y se despegue de él.
No tenemos recetas mágicas pero creemos que hay que intentarlo. De lo contrario, al menos ser consecuentes, y mostrar ese rechazo abiertamente, y siempre. Pero seamos realistas, ésto no suele suceder, porque es más sencillo excusar a un amigo que admitir que pueda tener un comportamiento tan insano.
Cuesta aceptar la agresión como tal, porque asumir que uno de nosotros es un agresor es asumir que todos somos agresores potenciales. Precisamente, aceptar que todxs llevamos un agresor dentro, o alguien que facilita el camino hacia las agresiones, es enfrentar nuestro modelo de comportamiento con lo que no nos gusta ver de nosotrxs mismxs. Nos gusta vernos diferentes, vernos distintos a esa sociedad a la que criticamos, y darnos cuenta de estos fallos supone, de nuevo, volver a tocar con los pies en la tierra: ver nuestros errores, todas esas cosas que preferimos dejar pasar para poder mantener la armonía, todas esas actitudes a las que le restamos importancia y darnos cuenta de que pueden tener más importancia de la que le damos. Y entonces, enfrentarnos a esa estigmatización de “feminista histérica” por el hecho de querer plantearnos algo que aparece como normalizado.
Cuesta aceptar la agresión como tal, porque pone de relieve las fuertes carencias existentes alrede­dor de este tema mientras actuamos como si estuviera superadísimo. Porque supone una autocrítica muy fuerte, tener que volver a trabajar un tema que muchxs querrríamos pensar que está superado. No asumimos la agresión por el coste político que pueda acarrear, preferimos silenciarla tratando de eludir la crítica externa... incluso nos puede parecer de lo más inoportuno que alguien decida hacer públicas ese tipo de cuestiones en vez de lavar los trapos sucios en casa...
Asumir públicamente la agresión parece que invalide todos los proyectos que se llevan a cabo, como si un enorme castillo de naipes se desmoronase. Que además será y es usado por otros colecti­vos "rivales" para atacarnos. Que será una brecha por la que se debilitará todo aquello por lo que trabajamos. De cara a la galería es mejor mostrar que nada sucede, prque las consecuencias pueden ser penosas para todo el colectivo. Es importante mostrar una apariencia de perfección y normalidad antes que asumir públicamente que ha sucedido una agresión y pensar hasta qué punto se ha permi­tido esa agresión. Pero al actuar así, más tarde tendremos que trabajar sobre porqué hemos permiti­do que esa agresión quede silenciada, porqué, una vez más, hemos allanado ese camino hacia futu­ras agresiones, cuando la solución es enfrentar lo sucedido lo antes posible.
Las agresiones más visibles sólo son la punta del iceberg de una serie de pautas asumidas que mu­chas veces ni siquiera vemos. Por lo tanto, silenciando esas agresiones sólo conseguimos tapar los síntomas... síntomas de que algo dentro está enfermando. Los síntomas están ahí para que nos fije­mos en ellos y hagamos frente a una enfermedad. Por algo como militantes hablamos de soluciones radicales (que van a la raíz del problema) y no de soluciones sintomáticas."

viernes, 24 de abril de 2009

Cómo avanzar en esta situación de crisis (II)

Lo tercero sería aclararse (debatir y acordar) sobre las raíces de la crisis. Las raíces de fondo... no tanto los precipitantes de una crisis financiera. Algo así como esa dinámica de preguntarse tres veces consecutivas "pero, por qué", de manera que nos veamos obligados a descender en la profundidad de la explicación, sin descansar y desistir en el primer nivel de respuestas, ni en el segundo.
Me parece que nos han engañado haciéndonos creer que economía y política son dos cosas distintas, cómo si la política fuera el terreno en el que las personas y los colectivos podríamos (en el mejor de los casos) decidir, aunque fuera a través de representantes lejanxs, incontroladxs, vendidxs, cómplices... y la economía un terreno técnico en el que las decisiones son científicas o cuasicientíficas y deben ser tomadas por expertos (aquí no hay casi ninguna mujer) sin intervención de la política. Es decir, hemos llegado a una situación en la que no se fían ni siquiera de sus cómplices políticos, que pueden verse obligados, presionados o tentados (para obtener apoyos electorales) a tomar decisiones "incorrectas", anticientíficas.
¿Que sería lo incorrecto, lo anticientífico? Pues eso, el proteccionismo, en cualquiera de sus formas, cualquier cosa que huela a proteccionismo, que pueda restringuir su acceso a la tarta global e integral, el gasto público, sobre todo si no es "productivo" (entiéndase, que no da beneficios ni directos ni indirectos para el capital), y, por supuesto, el servicio público, el hurtar campos importantes como la educación, la sanidad, la banca, el transporte... a la lógica del beneficio privado, la inflacción, aunque sea en un pequeño porcentaje, los impuestos directos que gravan el capital o sus beneficios, el control sobre la circulación de capitales... El combatir todo esto se ha hecho con el apoyo de auténticos dogmas. Nos han engañado, nos han metido en un callejón de dificilísima salida y no vamos a encontrarla si no rompemos estos dogmas neoliberales.
La cosa sería como sigue: 1) nos han ido metiendo en la cabeza que la política no debe inmiscuirse en la economía...2) mientras, la riqueza y el poder económico han continuado su proceso de concentración hasta extremos impensables... 3) esta concentración de poder económico se ha ido traduciendo (en realidad, son dos caras de la misma cosa) en poder político, de forma que ha hecho imposible cualquier noción de democracia, aunque sea mínima: los gobiernos han visto tan restringida su área de acción que sólo tienen alguna influencia en lo secundario, ni siquiera en el urbanismo, ni siquiera en el transporte... (porque son claramente cuestiones económicas) y este área de acción no hace más que restringirse, de forma que... 4) los gobiernos sólo se dedicarán a... mantenerse en el gobierno y, el círculo se cierra, 5) los dogmas de la no injerencia de la política en la economía se hacen hegemónicos... puro sentido común.
Como la política no debe inmiscuirse en la economía, la inmensa mayoría de las decisiones que afectan a nuestra vida (personal también, no sólo colectiva) la toma, en último extremo, un pequeño grupo (menos de 10.000 personas en todo el mundo) que concentra un poder inimaginable y que sólo busca incrementar ese poder. O sea,arrebatarnos el escaso poder que nos queda, desempoderarnos.
Hemos dejado en manos inhumanas (contrarias a todo lo que llamamos valores y dignidad de la persona) la dirección de nuestras vidas.
Y ahora tenemos que aplicarnos a apuntalarlos, engordarlos, sostenerlos... porque sin ellos nos quedamos sin empleo, y sin dinero, y sin consumo... y sin sentido. Con ellos, por contra, teníamos empleo... y dinero... y consumo, que era todo nuestro sentido.

miércoles, 8 de abril de 2009

MOSTRAR QUE SOMOS FELICES

Esto es como una pausa, con respecto a la anterior entrada. Tengo algunas cosas urgentes que hacer y no quiero estar más tiempo sin una nueva entrada. Habréis observado que he cambiado la foto inicial (y el formato... porque con el anterior quedaba mal). Jose se ha venido varias veces andando desde Alburquerque por lo alto de la sierra. Esta vez ha hecho algunas fotos.Una de ellas es la que sirve ahora de portada. Desde el extremo oeste de la sierra del Castañar. Justo la piedra que se ve a la izquierda está también en una de las fotos que publiqué al principio: desde la casa hacia el este. Aquí se ve, además, la casa tal como está ahora. Se distinguen los paneles solares, la superautocaravana, las vaquitas, la sierra de San Mamede, a la izquierda y las sierrillas de Valencia de Alcántara y Marvao más a la derecha.



Esta de aquí arriba la hizo Jose mirando hacia el sur, hacia lo que se llama los Picorros. Se ve también el cortijo de Pasalodos, que es un gran cortijo. Cuando llegamos todavía estaba regularmente conservado, ahora está en ruinas.
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Mostrar que somos felices. Que otro modo de vida, de consumo moderado, trabajo moderado, tiempo libre, ocio creativo, relaciones humanas cooperativas y tiernas, contacto, respeto e identificación con el entorno natural y cultural... permite una vida más satisfactoria... realmente, no teóricamente. Con todas nuestras contradicciones y desde la horizontalidad, desde dentro.Ni desde la autocomplacencia, ni desde arriba, ni desde fuera.

Si la esperanza es el principal factor de movilización, y estoy muy convencido de ello, de lo que se trata es de generar esperanza, de construir referentes visibles y accesibles esperanzadores. La percepción continuada y estable de esos referentes cercanos y tangibles de los efectos emotivoafectivos de otro modo de vida es, tal vez, uno de los antídotos fundamentales contra la sumisión colectiva, que nace de la desesperanza, que nace de la impotencia...

Es de la dialéctica entre esas esperanzas (alimentadas, visibilizadas, sensibles, cercanas, tangibles...) y las acciones (y, por tanto, las estructuras) que subordinan, que niegan, que discriminan, que aplastan, que restan, que bloquean, que impiden, que depredan, que mienten, que engañan... de donde puede salir la lucha, la desobediencia, la confrontación.

Y, al mismo tiempo, mostrar que se puede luchar, desobedecer y confrontar... de otra manera... firme, seria, creativa, paciente, fuerte, coherente, colectiva, abierta... insumisa.

viernes, 3 de abril de 2009

Cómo avanzar en esta situación de crisis (I)

Esto no va a ser muy sistemático, aunque procuraré que no sea demasiado desordenado. No sé si va a sustituir a las "lecciones de contralógica" que prometí, pero espero que sí.

Lo primero que se me ocurre es que tenemos que defender la democracia, que tendremos que salir a la calle a defender la democracia y la libertad. Y no me refiero sólo ni principalmente a la democracia representativa establecida... sino a la democracia, al empoderamiento colectivo, a la participación...
Por una parte, una de las salidas posibles a la crisis pasa por la reducción, aún más, de la participación popular a una mera cáscara vacía. Tal vez no nos encontremos de nuevo con formas fascistas clásicas, pero, estoy convencido, sí con ataques reales a la democracia. Sin tocar las constituciones formalmente, utilizando más y mejores formas de manipulación, generando inseguridad y utilizando el miedo a la misma, reforzando los discursos populistas, salvadores, nacionalistas, etnocéntricos...
De todas formas, el terreno está más que abonado: todo es partidismo y electoralismo, las estructuras de los partidos son cualquier cosa menos democráticas, el miedo es relativamente fácil de contagiar... y el capitalismo lleva mucho tiempo haciéndonos cómplices, corrompiéndonos, ahogando todos los valores y actitudes que tienen que ver con la compasión, el cuidado, la solidaridad...
Lo que quiero decir es que van a intentar (están haciéndolo ya) profundizar en la fórmula "democracia aparente, dictadura real"... para poner todo el aparato del Estado al servicio de las minorías (ínfimas) especuladoras.
Por otra parte, esto puede compaginarse con dotar a las instituciones financieras y a las grandes multinacionales de "poderes políticos" no sólo indirectos, sino directos. Algo así como un proceso de feudalización, de cesión de poderes desde el estado a los nuevos señores feudales.
Esto no es ninguna predicción de futuro: los bancos ya tienen poder para hacer dinero (no papel moneda, pero sí dinero financiero), hay ya multinacionales que explotan cárceles y ejércitos privados, hay paraísos fiscales (y van a seguir ocupando un papel central en la situación) que escapan a la "autoridad" de los gobiernos "democráticos"... y todo ello sin hacer referencia a que la desregulación laboral y la privatización no son, en el fondo, sino cesiones del poder elegido, mal que bien, a las corporaciones privadas (el poder real no elegido).
Creo que cualquiera que haya estudiado algo de feudalismo percibirá, por debajo de las nuevas formas, un avance en los poderes directos de los nuevos señores y, por tanto, y en este sentido, un avance hacia un nuevo feudalismo.
Así que, curiosamente, uno de los principales terrenos de lucha para una salida positiva de la crisis económica y social sería el político (no el partidista, ni electoralista, claro está): la autoorganización de lxs descontentxs, su creciente presencia y su creciente combatividad para hacer viable otra salida a la crisis más acorde con los intereses generales y de la tierra.

Y esta es la segunda reflexión (y la última, por hoy): ¿Qué podría favorecer, qué podría dificultar este proceso de autoorganización y lucha?.
Me parece que las bases, en algún sentido, están. Todo lo que fue y es movimiento antiglobalización o, mejor, altermundialista, puede reverdecer y hay síntomas (en este preciso momento) de que así está siendo. La pata débil es lo local o zonal: hay pocos sitios donde el movimiento altermundialista consiguió unas estructuras reales estables (basadas en grupos reales, con conocimiento directo, cierto aprecio y cierta confianza) que sobrevivan. Por tanto, esa sería una de las primeras conclusiones: necesitamos crear o recrear estructuras próximas (locales o zonales) reales... y redes reales de grupos reales. Si lo único real son las grandes movilizaciones... estamos flotando, separados del suelo, sin raíces.
Pero hay grandes obstáculos para la creación de estos grupos de base. Tienen que ver, en muchos casos, con el sectarismo... en todas sus formas. Una de las más obvias es la instrumentalización (o, mejor, su intento) de estos grupos y estas luchas. Aquí las personas son muy importantes, sus niveles de cambio de mentalidad, independencia y coherencia... pero algunas organizaciones no han roto, en mi opinión, suficientemente con sus actitudes partidistas y electoralistas y mezclan continuamente sus particulares necesidades de "salir en los medios", de recuperar "presencia pública", de "sobrevivir", con el objetivo insuficientemente asumido de generar autoorganización igualitaria y horizontal. Me parece increíble que, en la práctica, se convierta una manifestación unitaria por una salida anticapitalista a la crisis (Mérida, 28 de marzo) en una aparente manifestación del PCE (por el abultado número de banderas, por algunas consignas...) y que no se vea hasta qué punto eso es un "suicidio" y, desde luego, un obstáculo a la confianza necesaria para esa autoorganización igualitaria y horizontal. No se trata de darle demasiada importancia a las banderitas, ni de impedir la "libertad de expresión", se trata, desde el máximo respeto, de darle importancia, mucha importancia, a la construcción y reconstrucción continuas de la confianza.
El otro modo de sectarismo es también, en mi opinión, infravaloración del trabajo conjunto, pero en otro sentido, en el de autoexcluirse del proceso colectivo cuando éste no se ajusta a la propia manera de ver o de hacer o de pensar. Dicho de otra manera, la incapacidad para los acuerdos de mínimos. Tal vez se trata de valorar que todos los acuerdos de mínimos son una especie de traición o de "impureza". Sin embargo, un acuerdo de mínimos es un acuerdo real y positivo con el que pueden trabajar personas y colectivos diferentes, con objetivos comunes. Nada de lo que hay en el acuerdo de mínimos debería ser inaceptable para ninguna de las partes, pero ninguna de las partes puede pretender que en ese acuerdo se recoja todo lo que propone o quiere o ve como necesario.
Deberíamos ser capaces de trabajar conjuntamente personas que procedemos de ideologías diversas sintiéndonos todas respetadas, en nuestras posiciones y en nuestros procesos. Deberíamos ser capaces de sentirnos parte del mismo movimiento global, plural y diverso, de la misma lucha por otro mundo, compañerxs, en definitiva, de ser suficientemente autocríticos y humildes, de superar todos los dogmas, de aplicar creativamente nuestros criterios a cada situación, de ser flexibles, sin dejar por ello de buscar la máxima coherencia, de escuchar y apreciar, sin dejar de ser claros y directos.

lunes, 16 de marzo de 2009

Hace seis años... la solidaridad

Hace seis años que una cooperante usamericana, Rachel Corrie, enrolada en un movimiento noviolento dirigido por palestinos (MSI), fue arrollada y muerta por una pala israelí cuando defendía una vivienda en Gaza de la demolición. Recuerdo que me impresinó vivamente... no sólo por las características personales (y su similitud con las de Gloria, mi hija) sino por el hecho en sí de la solidaridad. Pocas cosas me conmueven tanto, en pocas cosas creo tanto y con tanta fuerza.
Sé que corro (corremos) el peligro de confundir la solidaridad con la salvación, con la sustitución... de dejarnos llevar emocionalmente por la heroicidad de la persona "no directamente afectada". Al fin y al cabo, en gran medida, unxs más que otrxs, hemos sido educadxs o autoeducadxs en eso... la religión, la novela, el cine...
Pero creo que es posible limpiar la solidaridad de esas adherencias contraproducentes y espurias... y dejarla lo más desnuda posible, sencilla, humilde, seria y alegre. Así, reeducada, se convierte en una de las bases del cambio: nosotrxs, cada unx de nosotrxs, que sufrimos una situación que nos mantiene en un grado importante de insatisfacción personal y colectiva, nos sentimos parte de otrxs, compartimos con ellxs, una insatisfacción de fondo y luchamos por una salida que disminuya significativamente nuestra común insatisfacción y nos acerque a una vida buena y digna. Sin necesidad de salvadorxs, pero con abundancia de solidarixs imprescindibles.
La otra base del cambio, tal vez la primera, sin duda la fundamental, es la propia indignación de lxs discriminadxs y lxs dominadxs, su salto a la esperanza, a la autoorganización y a la resistencia y construcción alternativas.
No es que ellxs sean víctimas y nosotrxs solidarixs, ni nosotrxs víctimas y ellxs solidarixs... es que en la causa de las causas todxs somos víctimas, en distinto grado y en distintos aspectos, y todxs podemos ser solidarixs...
Y eficaces y dignxs y combativxs y valientes y cuidadorxs y creativxs...
Aquí hay un PDF interesante, con más información http://www.nodo50.net/csca/agenda06/palestina/corrie.pdf

domingo, 8 de marzo de 2009

Mi feminismo

Hace un rato he oído que Zapatero se ha declarado feminista. Me temo que no entendemos lo mismo por feminismo, pero... puede que sea feminista... de acuerdo con su idea del asunto.
Son tantas las palabras que nos han robado que no puedo dejar de declararme feminista, porque Zapatero lo haya dicho.
En primer lugar, para dejarnos ya de personajes confusos, debería declarar inmediatamente que si digo que soy feminista no debe entenderse que me considere coherente con esta posición, con esta opción. Una cosa es una cosa y otra, otra.
Pero tampoco podría ser feminista si no luchara seriamente por eliminar mis incoherencias, si no intentara ver en mí contradicciones que han sido (y aún son) invisibles para mi mirada, si no fuera consciente de que he sido educado en el patriarcalismo y que esa misma educación (vivencial, reiterativa, omnipresente...) me ha generado grandes zonas de oscuridad, aspectos y reacciones que "no veo" si no hago un paciente y humilde trabajo para alumbrar esos recovecos y, sobre todo, si no tengo la determinación práctica de entrar en un largo proceso de "desintoxicación" real.
Es difícil para un miembro de la mitad privilegiada adoptar la perspectiva de la mitad discriminada y es muy fácil autoengañarse, sentirse agredido, encima, ser en exceso "comprensivo" con los propios tics (de conducta, de ideas, de sentimientos...), justificarse, minimizar, dar cuanto antes el trabajo por terminado, expulsar el patriarcalismo por la puerta y no ser consciente de que vuelve a colarse por las ventanas, retornar una y otra vez a las actitudes de poder, a la salvación, a la persecución e, incluso, a la victimización...
La mitad discriminada de la humanidad ha conservado valores y actitudes sin cuyo desarrollo no podremos construir otro mundo radicalmente diferente del actual. La mitad privilegiada de la humanidad ha ido promoviendo valores y actitudes con cuyo desarrollo terminaremos destruyendo la tierra y la vida y adentrándonos en la barbarie (o sea, en la exacerbación de lo dominante). La mitad privilegiada de la humanidad (y la otra mitad) hemos sido troquelados en estos valores... pero no son nuestros. Del mismo modo, tal vez con bastante más trabajo, que los hemos aprendido, podemos desaprenderlos.
Sin la crítica de nuestras compañeras no podremos hacerlo. Es esta crítica la que puede mantenernos en la onda (que dicen lxs nicas), activos en esta lucha, porque de lucha se trata, interna y externa, atentos, despiertos, abiertos y expectantes ante nuevas posibilidades de cambio, de aprendizaje y de desarrollo personal y colectivo, de superación de esta "aculturación disyuntiva" entre términos distantes y opuestos, lo masculino, lo femenino.
Sólo espero que lo hagan desde sus valores y actitudes... y no desde los nuestros, que tengan la paciencia y el cariño necesarios, sin perder por ello la combatividad y la valentía.
Sé que no es el lugar, ni el modo... y que hacerlo aquí y ahora no me excusa de hacerlo, cuando sea posible, cara a cara... pero me gustaría pediros perdón, más a quienes más he discriminado y ofendido de muchas maneras diferentes. Tal vez sea más grave esa discriminación continuada, inconsciente e impersonal, pero ahora se me vienen a la memoria (y creo que cada vez soy más consciente de ellas) las puntuales, las que ya en su momento fueron conscientes, aunque fueran "autojustificadas", las que tienen nombre y apellidos... y rostros. Aunque ya no tengan remedio, creedme que lo siento mucho.