domingo, 18 de enero de 2009

¿No nos mires, únete?

Tal vez debería escribir sobre la manifestación de Cáceres y no centrarme en algunos lemas que no me gustan... pero es lo que me ha salido.
¿Porqué no me gusta ese "no nos mires, unete" que suele ser de los más coreados? Porque no sé lo que se pretende. ¿Se pretende que la gente se sume a la manifestación? No me parece un procedimiento eficaz. No creo que me uniera a un grupo que me dijera esto, no creo que me entraran ganas. Me parece que sentiría que me estaban hablando desde una supuesta superioridad: nosotras somos las valiosas, porque vamos en la mani... tú eres menos valiosa porque estás ahí mirándonos sin hacer nada. No sé, no me gustaría que nos atribuyéramos ninguna superioridad, porque, además, eso es muy difícil de certificar y, sobre todo, porque no es una buena forma de apoyar el proceso de la mayoría, suponiendo que sea eso lo que queremos. No se trata de dar lecciones, ni de generar culpabilidad... no somos salvadores. Invitar a la gente a que se sume, si quiere... dar información de porqué estamos allí y qué pretendemos... mostrar respeto... situarse en un plano de igualdad... Eso me parece que puede apoyar el cambio más que lo contrario. Así que yo gritaría algo así como: "aquí estamos intentando cambiar las cosas, si quieres unirte nos alegraremos mucho". Claro que esto habría que decirlo más corto y con rima, pero no estoy muy poético. Si se me ocurre algo ya os lo diré.
En general me parece que habría que dedicar mucho más tiempo a preparar y acordar qué se va a gritar... y, por supuesto, me parece que no habría que limitarse a gritar, sino intentar contar con música, tambores, percusión, gente disfrazada, zancos... e intercalar acciones, representaciones e incluso juegos simbólicos. Pienso que habría que cuidar más las manifestaciones públicas para que fueran realmente alternativas. Y no debería, es un decir, haber una manifestación (o concentración) sin que se entregue a los espectadores algo que les permita saber con claridad porqué hacemos aquello... y que sea legible, atractivo y claro.
Tampoco veo muy claro lo del comunicado final largo y en el habitual estilo plúmbeo y sesudo. Y eso que Gloria y Fátima lo leyeron muy bien. Me gustaría más que se hiciera algo o que se cantara una canción o que, si hay que leer, sea muy breve y más emotivo que intelectual.
Aún una cosa más: no deberíamos confundir a todas las personas judías o israelitas con los sionistas. Se puede acusar de genocidio al estado de Israel, pero no a tod@s l@s israelitas.
Creo, a pesar de lo anterior, que las cosas que se gritaron fueron, en general, claras y coherentes... que no hubo ninguno de los tradicionales insultos (generalmente machistas) y que hubo una muy amplia participación en los mismos. O sea, mereció la pena el viaje.

2 comentarios:

Ataecina dijo...

Yo veo muy oportuno hablar de ese “pequeño” detalle de los lemas, eslóganes y vítores.
Una manifestación, a no ser que sea deliberadamente silenciosa, es algo más que la aglomeración más o menos ordenada de participantes. La presencia física desnuda de claves que orienten al personal “mirante”, sobre el porqué de los “paseantes”, dificulta sensiblemente la conexión entre ambas facciones. Si se pretende estimular la participación de los no iniciados, y que esta sea coherente con los principios de la movida, más vale dedicar un mínimo de atención al capítulo “formas”. La información/reivindicación en sus dos aspectos, ético y estético, no debería tratarse como algo secundario de menor importancia - ya lo dice el anuncio:”la potencia sin control no sirve de nada”- . Sin perder la frescura de la espontaneidad, referida a pequeños toques improvisados adecuadamente, los participantes han de asumir sin reservas los acuerdos adoptados en el transcurso de la planificación inicial. Conocemos la dificultad que entraña cumplir a rajatabla una programación, siempre puede haber algo que se nos escapa, pero si no se parte de una buena organización es casi seguro que se habrá dejado escapar otra buena ocasión.

Me adhiero a tu propuesta, merece un esfuerzo emitir un mensaje claro, preciso y atractivo.

ricardo dijo...

¡Qué alegría de encontrarte aquí! No creí que hubiera ningún comentario y no los había mirado. Ahora tengo todavía más motivos para seguir con el blog. Me doy cuenta de que lo que he escrito hoy tiene que ver con alguno de tus comentarios. Un beso, amigo!